Sharingan: El Poder del Caleidoscopio

Choque de mareas

Frase del Capitulo: El tiempo no hace más que ayudarnos a sanar y sin embargo , el recuerdo es solo una sombra que nos sigue en nuestro camino. Cuando el crepúsculo llegue hemos de estar de pie con mas rectitud que cuando en nosotros brillo el sol del mediodía -Valentín Arbarello

El sharingan de Hans Flare cobro vida mientras el y Harry observaban la Saeta Estrellada ubicada en un palco, nueva escoba que había surgido por la colaboración de una empresa inglesa y dos artesanos italianos de renombre.

El como habían salido de clases era algo bastante complejo para explicar. Muchas cosas habían sucedido.

- Pensar que tendríamos unas pequeñas vacaciones para fin de año... -

Un murmullo por lo bajo escapo de los ojos del joven de ojos ónix. 

- No puedo quejarme, aunque Sirius esta muy insistente con sus cartas -

La joven de Azul solo los miro de reojo mientras por su cabeza pasaban los últimos hechos ocurridos. La habían atrapado, otra vez. Waver Velvet por alguna razón se había mostrado incluso mas valiente de lo habitual al ir a buscarla, no es que ella quisiera hacerle daño alguno al tonto sabio.

Aunque tuvo que escuchar por quinta vez el sermón de Perenelle. Esa mujer no había perdido nada de su amplio vocabulario ni su lengua afilada con la edad, tal como no había perdido su belleza.

Las protecciones de Hogwarts se habían vuelto mas fuertes, las noticias habían ido y venido con los cambios ocurridos desde Voldemort y Sirius Black así como la seguidilla de casos en Albania y la supuesta resurrección de la alianza nefasta que eran los Siete teniendo nuevos integrantes.

 Pero el mundo siguió estando en calma.

Eso fue, por supuesto, antes de que incluso los muggles con sus tecnologías limitadas supiesen del gigantesco meteorito que llegaba a la tierra.

 Y eso era lo que ellos habían logrado ver lo cual, por supuesto, no era ni la mitad de la verdad siquiera.

Zelretch solo había resoplado por aquello, pero los que mas sabían notaban que era debido mas al estrés de ver un cambio venir que por la risa.

Las barreras de lo místico estaban tensas en todos sus niveles. Y Hogwarts tuvo que reunir a las familias de todos sus alumnos allí mientras los Ministerios de todo el mundo corrían de un lado al otro para esquivar cualquier pesquisa o escape que dejara a la vista el Mundo oculto por la Luna.

Había sido tan determinante que incluso Nicolas Flamel que no solía ponerse en marcha mas que dos a tres veces por semana estaba actuando de forma clara junto a los Mariscales y los Campeones. Por el otro lado había rumores que se levantaban Los Siete.

Y Hans Flare... No entendía nada. 

Dumbledore lo había llamado a el y a Harry antes de reunirlos con una chica japonesa que no parecía llegar a los veinte años pero que de alguna manera parecía mas joven y mas vieja de lo que se veía.

Habían llegado a Italia, Roma, para ser mas exactos. Y estaban en el Anfiteatro Flavio, antes conocido como Coliseo como un paseo turístico apresurado donde también pudieron ver algunos duelos amistosos entre magos.

Aoko Aozaki se quedo mirando hacia el frente sin decir nada mientras ellos conversaban sintiéndose algo incomodos por tener una tercer persona que desconocían.

Aquella muchacha era en extremo extraña para ellos. No únicamente por sus rasgos, que no eran los que estaban acostumbrados a observar, pero también por la visión que parecía inculcar del mundo en los gestos mas sencillos que poseía.