Venus Nishizawa era una chica muy bonita, MUY bonita, cualquiera podría quedar rendido por su belleza, pero ella solo quería hornear pasteles y pasar tiempo con su perrito y su gata.
Y eso a psíquico le encantaba
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Pov's Omnisciente:
La campana escolar sonó, su resonancia clara y alegre llenando el aire. Los niños infantes corrieron emocionados hacia la salida del tan ansiado recreo, sus risas y gritos de alegría inundando el patio de juegos. Todos menos uno.
Un pequeño niño de cabellos rosados tan brillantes como las frambuesas y de ojos morados tan oscuros como una galaxia miraba con aburrimiento a todos los niños correr. Mientras los demás se apresuraban a disfrutar del sol y los juegos, él permanecía en su lugar, observando desde una distancia segura.
El odiaba ser diferente. Odiaba ser psíquico. Mientras los otros niños se entretenían con simples juegos y travesuras, él se sentía atrapado en un mundo de pensamientos y sentimientos ajenos, siempre invadiendo su mente. Cada risa, cada grito de emoción, se mezclaban con las preocupaciones, los miedos y las esperanzas de sus compañeros, creando un tumulto en su cabeza que no podía apagar.
Apretó los dientes, deseando poder ser como ellos, despreocupado y feliz, sin el peso de su habilidad. Sus ojos morados destellaron con una mezcla de frustración y tristeza. A veces, pensaba, sería más fácil si pudiera apagar su mente, silenciar los pensamientos de los demás, y simplemente ser un niño más.
Suspirando, agarró un libro de su mochila y empezó a leer. Sin embargo, no pudo concentrarse mucho tiempo.
-¿Por qué no quieres salir a jugar?- Aquella voz lo hizo desconcentrarse-
Estaba tan frustrado que ni siquiera prestó atención a la niña que estaba allí. Era una niña bonita, muy bonita; lástima que, por culpa de sus poderes, lo único que visualizaba de ella eran sus músculos.
-"No me gusta salir a jugar" - Dijo el volviendo a su libro-
-Ah… -La niña se quedó ahí mirándolo- ¿Quieres un cupcake?-
La pequeña infante de rizos dorados puso con orgullo un cupcake de chocolate sobre su mesa.
-¡Mi mami y yo los hacemos juntas! Ella hace los mejores postres del mundo- Sonrió ampliamente la pequeña-
-"¿Uh?" -El pequeño miró el cupcake con una pizca de emoción-"Gracias"-
-¿Quieres ser mi amigo?- Pregunto la niña emocionada-
El miró a la niña con una mezcla de sorpresa y cautela. Había algo en su energía que era diferente de la de los otros niños.
-"No te conozco "- Dijo con voz monótona-
-Me llamo Venus Nishizawa. ¿Y tú cómo te llamas?- Respondió ella con una sonrisa radiante-
-"Saiki... Kusuo Saiki"- Murmuró, aún sin apartar la vista del cupcake-
-Jejeje, me gusta tu cabello. Es muy bonito. ¡Como una frambuesa! - Exclamó Venus con un entusiasmo contagioso-
-¿Uh? -Saiki levantó una ceja, desconcertado por el comentario-
En ese momento, ninguno de los dos lo sabía, pero desde ese día, sus almas no pudieron estar demasiado tiempo separadas.
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