Pov's Omnisciente:
Saiki y Venus se encontraron en la concurrida cafetería que regentaba la madre de Venus. El bullicio de la multitud llenaba el aire con conversaciones y risas, pero Venus, notando la incomodidad de Saiki, lo tomó de la mano y lo llevó a un saloncito privado, alejado del caos principal.
El saloncito era un oasis de calma. Los cómodos sofás y la mesa con una selección de dulces ofrecían un ambiente acogedor y relajante. Venus sonrió mientras cerraba la puerta detrás de ellos.
-Llamé a mi madre para que preparara esto - Dijo Venus con una sonrisa radiante- Quería que pudiéramos hablar con tranquilidad-
Saiki asintió, agradecido. Se sentaron en el sofá, y Saiki notó con alivio que los pensamientos de las personas en la sala principal eran apenas perceptibles aquí, proporcionando un raro momento de tranquilidad.
Una camarera apareció para tomar sus pedidos de bebidas. Venus pidió un té de jazmín, mientras que Saiki optó por un café helado. Una vez que la camarera se retiró, dejándolos solos, Venus se inclinó hacia adelante, su expresión más seria.
-Ah pasado mucho tiempo- Comentó Venus- Con razón tu rostro me sonaba tanto, aunque sinceramente apenas te recuerdo, pero es bueno saber que no estaba loca jajaja-
-"¿Que fue lo que te llamo la atención cuando nos volvimos a ver?"- Pregunto Saiki-
-Tu cabello, pareces una frambuesa gigante jajajaja- Rio Venus- Estoy feliz de poder conectar contigo nuevamente-
-"Mi madre...Yare yare ella me mostró unas viejas fotos nuestras, según ella, éramos muy unidos"-
-Que curioso ¿Verdad? Todos nos dicen que éramos inseparables, pero en cambio ninguno de los dos es capaz de recordar por completo- Comento Venus- Supongo que es por la edad-
-"Ya, por la edad"- Pensó Saiki- "¿Que tuvo que pasar para que yo me borrará también la memoria?"-
-Bueno eso no importa, estoy muy feliz de haberte conocido Saiki- Venus sonrió- "Tiene un pelo precioso"-
-"Yare yare, yo también "-
En ese momento, la camarera regresó con sus bebidas. El aroma del té de jazmín y el café helado llenó el aire, añadiendo una nota de calidez a su conversación.
-Brindemos por un nuevo comienzo - Dijo Venus, levantando su taza de té-
Saiki levantó su vaso de café, su mirada encontrando la de Venus.
-"Por un nuevo comienzo"- Repitió, sintiendo una extraña pero bienvenida sensación de esperanza-
Mientras ambos tomaban sus primeras bebidas, una sensación de calma y posibilidad llenaba el saloncito privado. La conexión que una vez compartieron parecía más cercana que nunca, como si ambas almas se sintieran en casa.
Después de disfrutar de los deliciosos postres en el saloncito privado de la cafetería, Saiki y Venus decidieron dar un paseo por el centro de la ciudad. El sol comenzaba a ponerse, bañando las calles en una cálida luz dorada. La gente que pasaba no podía evitar mirarlos y pensar que eran una pareja enamorada, aunque ambos estaban demasiado inmersos en su conversación y en disfrutar de la compañía mutua como para darse cuenta.
Mientras caminaban, Venus se detuvo de repente frente a una máquina de ganchos llena de adorables peluches de cerdito. Sus ojos se iluminaron con una chispa de entusiasmo infantil.
-¡Mira, Saiki!- Exclamó, señalando uno de los peluches- ¡Son tan tiernos!-
Sin dudarlo, Venus sacó algunas monedas de su bolso y las introdujo en la máquina, intentando obtener uno de los peluches. Después de varios intentos fallidos, su entusiasmo comenzó a desvanecerse, reemplazado por una expresión de decepción.
Saiki, observando la escena, sintió un impulso inesperado. No quería ver a Venus triste. Sin decir una palabra, sacó una moneda y la introdujo en la máquina. Con un movimiento sutil de su dedo y usando discretamente sus poderes, logró atrapar el peluche con el gancho y llevarlo hasta la salida.
-¡Lo conseguiste! - Exclamó Venus, sus ojos brillando de alegría. Sin pensarlo, lo abrazó fuertemente, su calidez envolviéndolo por un breve momento-
Rápidamente, Venus se dio cuenta de lo que había hecho y se separó, su rostro enrojecido.
-Perdón, me emocioné demasiado- Dijo, un poco avergonzada-
Saiki, sintiendo un calor inusual en sus mejillas, simplemente negó con la cabeza y le entregó el peluche.
-"No te preocupes"- Dijo con una pequeña sonrisa-" Me alegra que te guste."-
Venus tomó el peluche con cuidado, acariciándolo suavemente mientras lo miraba con cariño.
-Gracias, Saiki. De verdad, significa mucho para mí- Venus sonrió- "Parecemos hasta una pareja jajaja"-
-"En eso tiene razón ¿Así se siente tener una pareja?"- Se preguntó así mismo Saiki- "Es raro"-
Continuaron su paseo, Venus abrazando su nuevo peluche y Saiki sintiendo una extraña pero agradable sensación de satisfacción. Mientras avanzaban por las concurridas calles de la ciudad, ambos comenzaron a darse cuenta de que su relación, aunque complicada y llena de misterios del pasado, estaba tomando un rumbo nuevo y emocionante.
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Afrodita {La desastrosa vida de Saiki Kusuo}
Fiksi PenggemarVenus Nishizawa era una chica muy bonita, MUY bonita, cualquiera podría quedar rendido por su belleza, pero ella solo quería hornear pasteles y pasar tiempo con su perrito y su gata. Y eso a psíquico le encantaba