Capitulo 37: The Afternoon

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Pov's Omnisciente:

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Pov's Omnisciente:

Venus caminaba despacio por la orilla de Playa Esmeralda, la arena blanca y fina acariciaba sus pies descalzos mientras las olas murmuraban al romper contra la costa. El sol empezaba a descender en el horizonte, pintando el cielo de tonos naranjas, rosas y violetas. Vestía un yukata de gasa, cuyo diseño delicado dejaba ver su figura esbelta y elegante. La brisa marina agitaba su largo cabello rubio, que danzaba en el aire como una cascada dorada, complementando la serenidad y belleza de aquel instante.

A pesar de haber trabajado durante toda la mañana en la sesión de fotos, Venus sentía una calma interior mientras paseaba, disfrutando del contacto refrescante del agua del mar. Era un momento de tranquilidad y paz, justo lo que necesitaba después de un día agitado. Mientras caminaba, dejó que sus pensamientos se despejaran, absorbiendo la belleza natural que la rodeaba.

Fue entonces cuando sus ojos captaron una figura conocida, de pie a unos metros, también observando el atardecer. Saiki estaba allí, de pie, aparentemente inmerso en sus pensamientos mientras el sol se reflejaba en sus lentes. Su postura era relajada, y el contraste entre su usual expresión estoica y el fondo pintoresco del atardecer creaba una imagen curiosamente armónica.

Venus sonrió suavemente al verlo, y decidió acercarse. Había algo en la presencia de Saiki que le brindaba una sensación de seguridad y compañía, incluso en el silencio. Se dirigió hacia él con paso tranquilo, el suave crujir de la arena marcando su avance.

-Es una tarde muy bonita, ¿verdad? - Dijo Venus con un tono de voz suave, deteniéndose a su lado y contemplando el mismo horizonte que había capturado la atención de Saiki-

Saiki, sin apartar la vista del atardecer, asintió levemente. Su expresión era calmada, y aunque sus palabras eran pocas, siempre llevaban una carga de sinceridad.

-"Sí, lo es"- Respondió, permitiendo que la atmósfera tranquila continuara envolviéndolos-

El silencio entre ellos no era incómodo; al contrario, estaba lleno de significado. Ambos parecían entender que a veces las palabras no eran necesarias para comunicarse, especialmente cuando la naturaleza hablaba por sí misma en un espectáculo tan magnífico como el que se desplegaba ante ellos.

Venus echó un vistazo a Saiki de reojo, notando cómo la suave luz del sol resaltaba sus facciones. Había algo en su presencia que la hacía sentir cómoda, algo que no experimentaba a menudo con otras personas. Saiki, con su manera tranquila y discreta, parecía captar la esencia de los momentos, tal como lo hacía ahora.

La conexión que compartían, aunque silenciosa, era palpable. Venus sabía que detrás de la fachada imperturbable de Saiki, había una complejidad que ella encontraba intrigante. Y aunque él era alguien que mantenía sus pensamientos y sentimientos cuidadosamente resguardados, ella sentía que cada vez que estaban juntos, se acercaban un poco más a comprenderse mutuamente.

Afrodita {La desastrosa vida de Saiki Kusuo}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora