Venus Nishizawa era una chica muy bonita, MUY bonita, cualquiera podría quedar rendido por su belleza, pero ella solo quería hornear pasteles y pasar tiempo con su perrito y su gata.
Y eso a psíquico le encantaba
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Pov's Omnisciente:
El viaje a Okinawa finalmente había llegado, y con él, la emoción que se respiraba en cada rincón del aeropuerto. Desde las primeras horas de la mañana, estudiantes de la P.K. Academy se congregaban en el terminal, sus rostros llenos de anticipación por la aventura que les aguardaba en las playas paradisíacas del sur de Japón.
Saiki Kusuo, sin embargo, era la excepción a esta regla. Sentado en un banco junto a las enormes ventanas del aeropuerto, veía el bullicio a su alrededor con una mezcla de resignación y desinterés.
-"¿Por qué tengo que ir?"- Se preguntaba, recordando las insistencias de su madre, que creía fervientemente que este viaje podría ser la clave para que hiciera amigos-
A su madre, la idea de Saiki como un lobo solitario era una completa aberración. Saiki, por su parte, prefería su paz y tranquilidad.
A pesar de que estaba rodeado por el entusiasmo de sus compañeros, Saiki se mantenía en su mundo, observando de reojo mientras los maestros comenzaban a organizar la fila para el abordaje. Los estudiantes alrededor de él hablaban animadamente sobre lo que harían en Okinawa: surf, buceo, explorar la ciudad. Para Saiki, estas actividades solo significaban nuevas oportunidades de lidiar con el caos.
Fue entonces cuando una voz familiar interrumpió sus pensamientos. Venus, con una gran maleta rodando tras de sí, llegó al área de espera. Su presencia era magnética y elegante. Llevaba un vestido largo azul y blanco que ondeaba ligeramente al ritmo de sus pasos, acompañado de un chal color crema que complementaba su conjunto. Su maquillaje era discreto pero resaltaba su belleza natural, y el aroma a jazmín que la rodeaba llenaba el aire.
Yumehara, siempre la observadora del grupo, saludó a Venus con entusiasmo y una pizca de humor.
-¡Vaya, Venus! Esa maleta parece que podría llevar todo un guardarropa- Bromeó Yumehara, sonriendo-
-Lo sé, lo sé- Rió Venus, ajustando la correa de su bolso- Pero nunca se sabe para qué se pueda necesitar algo más. Una chica tiene que estar preparada para cualquier eventualidad-
Un pequeño grupo de chicas se acercó a Venus, mostrando curiosidad y preocupación por la ausencia de Kou, su hermano.
-¿Kou no viene con nosotros?- Preguntó una de ellas, decepcionada-
-No, desafortunadamente está enfermo- Respondió Venus con una leve tristeza- Quería venir, pero le resultó imposible-
La conversación giró un rato en torno a Kou y sus acostumbradas travesuras, pero pronto Venus notó a Saiki, sentado en silencio, y decidió sentarse a su lado, buscando su compañía tranquila en medio del ajetreo.
Saiki apenas se percató del mundo a su alrededor hasta que sintió la presencia de Venus junto a él. Miró a su lado y la vio sonriendo, su rostro iluminado por la luz del sol que entraba por las ventanas del aeropuerto. Venus buscó en su bolso y sacó una pequeña bolsa de galletas, ofreciéndoselas con naturalidad.
