24. Soy un idiota por dejarla ir

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Adrien Bouffart

16 de noviembre

Me siento el hombre más idiota del mundo, el más miserable e infeliz. Podría seguir de lo mierda que me siento por el simple hecho de que me falta alguien en mi vida y todo por mi culpa.

Me hace falta, mon chérie, mi Alessia es lo que me falta para poder sentirme completo.

Estoy en una esquina de la habitación perdido en mis pensamientos. Hay uno en concreto que se repite, una y otra vez hasta meterse debajo de mi piel.

Las has dejado ir, ella no va a regresar. Le rompiste el corazón y ahora debes de afrontar las consecuencias.

Se ha llevado mi corazón, mi ser y todo lo que me hacía sentir. Se llevó hasta esas sonrisas tan cálidas que solo ella sabía sacarme.
Los besos tan cariñosos y llenos de amor que le daba en la frente.

El peor recuerdo que tengo, el más doloroso será recordar para siempre como empezó a llorar, como le afectó cada unas de mis palabras.

Como me dijo que me amaba, mi corazón se rompió con el de ella al yo contestarle que yo no la amaba para nada cuando no es así.

¿Qué si la amo?, jodidamente que si. La amo tanto que tuve que mentirle para protegerla.

La amo como respiro, la amo como un atardecer, la amo como un obsesionado y hay mil maneras para decir que la amo.

Te amo Alessia, preciosa no sabes cuánto te amo.

Me jaló el cabello despeinando, alborotó mi cabello con desespero.

Estoy en la sala donde he destrozado todo a mi paso, han pasado tres días desde que no la veo, desde que la vi llorar en aquel sillón que destroce hasta sentirme bien.

Todo fue en vano, arañé el sillón con mis uñas ahora están sangrando por la fuerza que utilicé pero no me importa en lo más mínimo, después fui por el cuchillo para tirar de la tela para destrozar hasta donde pudiera.

Rompí la mesita de vidrio que había encendió de mi sala, tiré jarrones al suelo. Hay un desastre de mierda por donde quiera que pise.

Porque así me siento como la mierda, estoy hecho una mierda por mis decisiones estúpidas.

Me he resistido por salir del departamento e ir en su busca, me he reprimido. Ya la hice llorar, ya le rompí el corazón, le hice daño y eso no tiene perdón.

No merezco verla, no merezco ese corazón tan lindo y cálido que posee.

Las únicas cosas que se han mantenido intactas son el cuadro que me dio, un cuadro que atesoraré por siempre y los cuadros de ella que no me he atrevido a ver. Solo cerré la habitación con llave, nadie tocará lo que es de ella.

Después de que se la llevara Scarlett vino la maldita de Odette, con mis manos la saqué de mi departamento, está loca si cree que dejaré que se quede aquí.

Aún puedo sentir en mi mejilla la cachetada que me dio mi mejor amiga, merecía más de un golpe. Me vio con tanto odio que sentí que me asesinaría en ese mismo momento.

El heredero Bouffart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora