28. Alessia

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Alessia Bouffart

Milán, Italia

25 de diciembre

Puedo sentir la calidez que me envuelve las mantas de la cama, me acurruco más en ellas para mantenerme caliente y relajada.

Hoy es navidad, ayer la cena de noche buena estuvo bien y estuve rodea de gente que vale la pena conocer. Reí y pude disfrutar de la compañía de personas que jamás creí conocer.

Me han recibido con sus brazos abiertos, me han hecho sentir parte de esta familia así no lleve ni su sangre, y menos sus apellidos.

Me puedo permitir sentir un poco de paz, alegría y amor.

Hace algunos días que cumplí dos meses de embarazo, fui al chequeo mensual de mi embarazo y me mostró la doctora cómo va el crecimiento de mis bebés, los latidos de su corazón.

Ya puedo ver un pequeñito bulto en mi estómago, es aún pequeño pero ahí está y se ve, cuando cumpla los tres meses estará más grande al ser dos.

Estoy emocionada por ver esta etapa de mi, sigo agradeciendo que los mareos son pocos así como no sacar nada de la comida pero los antojos están en primera fila.

Me levanto de la cama para ir con los demás, seguro ya estarán desayunando, siempre me dejan al último ya que me han dicho que prefieren que siga durmiendo y descansado por el embarazo.

Hay veces que me avergüenzo, me siento como una carga y aparte quieren que siga durmiendo hasta tarde, hago lo que puedo. Ayudo en la cocina a veces, no soy una experta pero así siento que hago algo o ayudo por lo menos.

Cepilló mi pelo mientras me veo en el espejo, observó mi mano desde el espejo, hace una semana atrás decidí deshacerme del anillo de casada.

¿Me dolió?, si pero era hora de que vaya soltando poco a poco lo que me une a Adrien.

Lo he guardado en el cajón, en los más profundo donde no pueda verlo y tentarme a volver a usarlo.

Debo de olvidarlo, debo de hacerlo.

Llaman a la puerta, dejo a una lado el cepillo para ir a ver de quién se trata.

Del otro lado está Dante, va en una pijama por igual me sonríe como de costumbre. Lleva su cabello rubio desordenado.

—Buenos días bella

—Buen día Dante

—El desayuno está listo, baja y después abriremos los regalos —me sonríe antes de irse—, no tardes —me grita desde las escaleras.

Vuelvo a encerrarme.

Me siento mal por no poder darles nada, solo he hecho un par de dibujos que me costó, lo hice con anticipación desde que Alessandra informó que vendrían a pasar la navidad aquí.

Envolví con cuidado cada uno de los dibujos que hice, la doctora me ha dado bandera blanca para poder pintar de nuevo solo con pinturas que no contenga nada fuerte.

Ahora la cosa es donde conseguiré esas pinturas, no tengo dinero y nada por el estilo. Me vi tentada en vender el anillo.

O hubiese sido mejor el anillo del compromiso pero no lo traje conmigo, se quedó en la habitación que compartía con él.

Bajo los escalones, escucho voces.

—Ahí viene la chica más linda —Gio se acerca para tenderme la mano—, te estamos esperando para empezar.

La familia Greco no sabía de mi embarazo, cuando llegaron hace tres días se llevaron la sorpresa de ver mi vientre, ya es poco notorio así que no pasó desapercibido para ellos. Tuve que contarles un poco de mi vida para que comprendieran en la situación que me encuentro.

El heredero Bouffart Donde viven las historias. Descúbrelo ahora