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Las constantes olas de calor estaban siendo un completo martirio. Era como si el sol mismo estuviese frente a su cuerpo, tratando de acariciarlo con suaves toques que lo ponían cachondo en cuestión de milisegundos.

Taehyung podría asegurar una y mil veces que jamás había tenido la urgente necesidad de aparearse con alguien, y es que las ganas incesantes que lo consumían por el anhelo de un hombre viril y fortachón verdaderamente eran inhumanas.

A palabras más simples, quería tener sexo rudo y sin respeto con un alfa.

Y es que si podía ser más jodido, la imagen del único alfa con el que tuvo contacto físico le estaba haciendo alucinar en grande; los toques de esas manos venosas, de esos brazos musculosos y esa voz tan orgásmica.

Jungkook, Jungkook, Jungkook, joder, era un nombre tan dulce y Taehyung sabía que gritarlo en un gemido sólo lo haría más bello de lo que ya era.

Ven, ven conmigo.

"Taehyung-ssi, debes colaborar" Elena volvió a acercar el trapito que previamente había sido remojado en agua fría, a la frente del omega que agonizaba de dolor, las corrientes electrizantes del bochorno aumentando sin cesar.

Sin embargo, el omega peligris negó nuevamente, con terquedad y frunciendo sus labios en un puchero leve, mirando a la beta con ojos acuosos.

"Jungkook" entonces murmuró ese nombre que hacía lloriquear a su lobo, buscando de alguna manera llamar a ese alfa con el que no compartían lazo alguno, siendo más difícil convencerlo de llegar hasta ellos y que les brindara su necesaria ayuda.

"Él no puede venir, Taehyung-ssi. Debes entenderlo" la beta le acarició una de sus manos cuando notó una lágrima pequeña resbalar por aquella mejilla de pan. "Tienes que volver conmigo, vamos, somete a tu lobo"

Y ojalá fuese más fácil hacerlo que sólo pronunciarlo, pues la poca cordura de Taehyung luchaba por tomar las riendas de su hormonal lobo, tratando de volverlo racional y fallando en cada intento.

"Alfa" y el deseo se tornó incontenible, los llamados internos y el capricho por aquel cuerpo varonil estaban resultando ser tan asfixiantes.

"Tendré que poner mano dura" Elena susurró, observando las pupilas dilatadas del omega y los temblores que consumían al pobre chico.

Con cautela fue hasta la mesita de noche y vio con hombros encogidos la taza de té que contenía una pastilla disuelta en su interior, con el fin de ayudarle al omega a encontrar descanso.

"Taehyung-ssi, tómate este té, te ayudará a reposar tus dolencias, vamos" agradeció a la diosa Luna semejante misericordia, pues Taehyung lo bebió sin rechistar, dándole la taza al terminárselo por completo. "Eso es, ahora descansa"

"¿Jungkook?" aún en su adormecimiento, el omega preguntó con ingenuidad, esperanzado de que el alfa viniese hasta él y al menos Taehyung pudiera abrazarlo para sumergirse en su olor.

Y por qué no, darle una que otra lamida a su blanquecino cuello.

Elena, por su parte, soltó una risita. "Él vendrá a verte si te portas bien"

Correcto, fue un mentira tan descarada, pero Taehyung jamás podría saberlo, porque si lo hubiese hecho, no habría instalado en sus hermosos y pomposos labios una sonrisa cálida y amena.

El cuerpo que antes tiritaba iba hallando la calma en su tempestad, las olas de calor fueron emancipadas por una brisa refrescante y tranquilizadora, permitiéndole a Taehyung suspirar contento mientras se apegaba a la prenda que consistía en ser una simple camisa que Jungkook le había entregado a Elena con mejillas rojizas, justificando la acción con que Taehyung buscaría algo de él, ya que habían entrado en contacto directo.

Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora