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Taehyung sonrió bonito al presenciar los primeros rayos de la estrella en el azulado firmamento, llenando sus pulmones del exquisito viento que acariciaba su rostro.

Con mejillas rojizas agrandó su sonrisa, trayendo a su mente el bonito recuerdo de una charla junto a Jungkook, la cual fue en gran manera amena y divertida, pues el alfa, después de declararle que quería llevar una relación sin incomodidades, se comportó tan amable y gentil, dejando un poco atrás su fachada de hombre serio e imperturbable.

Fue bastante grato, que Taehyung juraría poder acostumbrarse a ese ambiente entre ambos, lleno de palabras con aires bromistas y sonrisas genuinas.

Ese día en particular, saldrían en busca de unos arreglos florales, ya que Jungkook mismo le dijo que a él le encantaba tanto revisar los preparativos personalmente; ver que todo marchase bien y tuviese la mejor calidad posible, declaración que un principio cobró el asombro en Taehyung, pues ver a un alfa metido en ese tipo de eventos así como lo estaba Jungkook, no era de verse.

Es como una estrella fugaz en medio de la noche, tan incierta que cuando menos lo esperas, recorre el vasto cielo a una velocidad impresionante, dejando maravillado al individuo que logra verla.

Digamos que, el comportamiento de Jungkook ocasionó una sensación similar.

Si bien, era un evento importante para el alfa, Taehyung pensaba que fácilmente podría encomendarle la difícil y exhaustiva tarea a las miles de personas a su disposición. Sin embargo, no sucedió de ese modo.

Jungkook quería supervisar todo cuanto pudiese, y al ser el jefe, sinceramente nadie podía imponer otra orden delante de la suya, hecho que, de alguna manera, alegraba al omega.

Que el alfa tuviera el control sobre lo que él quería, sin importar la opinión de nadie más que la suya o quizás o no, la de sus amigos más cercanos, provocaba en Taehyung una emoción de orgulloso y placer por aquella superación.

El hecho de que Jungkook fuese lo que era; un alfa con decisión, poderoso y talentoso, de forma extraña, hacia emerger contentamiento en su lobo.

Definitivamente, con el paso de esos días junto al hombre, Taehyung se dio cuenta de varias cualidades por las cuales Jungkook era visto como el estándar de alfa deseado.

Y no es como si Taehyung lo viera con distintos ojos, tenía en claro la raya que marcaba los límites de su relación, mas en ocasiones, era inevitable no reaccionar como una omega hormonal ante las acciones naturales del alfa, pues el hombre era sereno, amable, reservado, educado y un sin fin de adjetivos calificativos que constituían la persona que Jungkook era.

Eso, sin abarcar el físico del alfa, pues habían tantos puntos que sin duda elevaban su porcentaje de hombre modélico.

"Buenos días, joven Kim. Veo que es un omega madrugador" Jungkook le saludó apenas logró verlo, con una bonita y amigable sonrisa de labios sellados.

"Buenos días, señor Jeon" Taehyung contestó, riendo bajito ante el comentario ajeno. "Creo que ser madrugador es una virtud que pocos poseen hoy día" dijo, haciendo al alfa reír a levedad.

"Me temo que tiene la razón" suspiró, poniéndose de pies y tomando el saco negro del sofá donde anteriormente posaba mientras leía un libro. "¿Le parece si después de ir a la florería, desayunamos primero? Conozco una buena cafetería"

Taehyung abrió un poquito demás sus luceros avellana, tratando de soltar palabras pero no lográndolo, pues su garganta de pronto parecía habérsele cerrado.

Estar a solas con Jungkook ya era un desafío grande; tenía que soportar no desviar su mirada y desnudar al alfa con sus ojos, pues aquella era la urgente necesidad de su perverso lobo. Sin embargo, no tenía más opción que aceptar, no queriendo verse grosero y maleducado.

Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora