Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆

twenty-one ഒ . ⋆

Habían pasado varias semanas que incluyeron emociones lindas y otras que no lo fueron tanto. Desde sentir felicidad por cumplir la semana de prueba de forma tan exitosa que Jungkook le había felicitado por su excelente trabajo, hasta euforia por la renovación de un contrato más extenso con la empresa Jeon Empire.

Taehyung estaba impactado, si debía ser totalmente sincero, porque jamás cruzó por su mente que llegaría a trabajar tanto tiempo hasta lograr conseguir un contrato más duradero, un sueldo excelente y un jefe bastante amable.

Y oh, en este último detalle es donde entraban estas emociones a las que Kim Taehyung denominaba como aterradoras, dolorosas y extrañas, por no decir más.

Las semanas concurridas estuvieron llenas de emociones complicadas, emociones que Taehyung creyó guardar como objetivo y principio antes de trabajar para Jeon Jungkook.

«No te fijes en ese alfa sino quieres arruinarlo todo. Tu madre necesita ese tratamiento»

Una meta fija, establecida y muy bien cimentada.

O eso fue lo que el omega pensó que había logrado. Sin embargo, las actitudes y comportamientos de aquel alfa hacían estragos en su corazón, en su mente y en su lobo.

Taehyung creía que en cualquier momento podría echarse a llorar.

Jungkook era tan bueno con él, lo trataba con respeto y Taehyung casi podría decir que como a un igual, cuando claramente no lo eran. Un omega siempre estaría en el nivel más bajo de la conocida jerarquía de poder y mando.

Pero con ese alfa de ojos oscuros y brillantes no parecía ser de ese modo, al menos no cuando se trataba de Taehyung.

"¿Qué tal estuvo tu última semana de clases?"

Taehyung levantó la vista del dispositivo, sonriéndole tranquilo mientras asentía en su dirección.

"Me fue bien, supongo" murmuró.

Honestamente, él no creía haberlo hecho tan mal, pero tampoco excelentemente bien. Apesar de ello, Taehyung sabía que logró pasar de año con buenas notas, porque si bien fue una semana realmente agotadora y llena de estrés, lágrimas y regaños, logró conseguir buenos comentarios departe de sus docentes.

Muy buenos comentarios.

La semana anterior a esa se la había pasado mayormente en casa, pues el omega le solicitó a Jungkook el permiso para poder quedarse allí, sin dejar de cumplir a sus obligaciones del trabajo, siempre atento a cualquier emergencia o apoyo que el alfa necesitara.

Y para su mayor suerte, no se presentaron obstáculos en todos esos días. Ahora Taehyung se sentía más relajado sin el estrés universitario y el bullido de sus compañeros.

Podría concentrarse enteramente en su trabajo y las necesidades de este; en el lanzamiento que estaba a la vuelta de la esquina y el viaje que Jungkook le comentó tiempo atrás, pero que se tuvo que retrasar por las visitas a las instalaciones afectadas que el alfa programó.

Fuera de eso, Taehyung sentía un peso menos, una carga asfixiante quitada de sus frágiles hombros.

Las cosas con su madre iban bien y él esperaba que continuaran así, él y Jimin hablaban de vez en cuando por llamadas o mensajes de texto, ya no tenía que verle la cara a esos compañeros que buscaban hacerle la vida imposible y, además de eso, había congeniado muy bien con Hoseok y Seokjin, quienes lo invitaban a salidas constantes una vez sus horas laborales culminaban.

Ahora tenía más tiempo para descansar y centrarse en ese detalle que empezaba a angustiarlo un poco.

Correcto, se quitó varios pesares para conseguir uno nuevo, uno que le aterraba en sobremanera: Los sentimientos hacia Jungkook que él creyó ocultar en lo más profundo de sí.