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Jungkook dirigió sus penetrantes ojos al chico que se hallaba sentado en el sofá de su despacho, leyendo unos papeles que él mismo le entregó y tecleando en la laptop cada cierto tiempo.

Sus movimientos eran delicados; el cuerpo estaba en posición recta haciéndole imposible no barrer con sus felinos ojos todas las extremidades que yacían cubiertas por esa vestimenta ajustada, logrando marcar partes de la anatomía del omega.

Esa camiseta beige a mangas largas que lo hacía lucir atractivo y aquel pantalón cafe de traje que resaltaba su cintura y trasero, por no mencionar el movimiento tan sensual de su lengua al remojar sus finos labios, apretando los mismos y frunciendo el ceño cuando no entendía algo.

Carajo, Jungkook sentía su miembro palpitar, poniéndose duro y dando en consecuencia que el alfa inhalara el aroma del omega con frecuencia, haciéndole suspirar bajito y maldecir a su primitivo instinto.

Taehyung estaba haciendo su trabajo y el alfa pudo notar que milagrosamente no había olido sus feromonas de exitación, lo que provocó un suspiro de alivio en Jungkook, quien se paró de pronto y estiró su cuerpo, caminando hasta la ventana para respirar aire fresco, intentando despejar todo pensamiento impuro.

Verdaderamente, no encontraba el motivo por el cual su lobo estaba siendo así de necesitado, buscando llenar sus fosas nasales del aroma de Taehyung y queriendo que sus ojos viajaran por aquel cuerpo elegante y curvilíneo.

Gruñó entonces, girándose hacia el omega y sorprendiéndose al verlo parado, con la respiración agitada y las pupilas un tanto dilatas.

"S-señor Jeon ¿le apetece un té?" Taehyung interrogó, dejando de respirar cuando el alfa avanzó dos pasos, cual león acechando a su presa.

El omega contuvo la respiración y no supo por qué diablos caminó los dos pasos que faltaban para acortar toda distancia con el alfa puro.

Jungkook inhaló descaradamente su aroma, haciendo al omega gemir quedito, hallando placer y orgullo en que al alfa le gustase su olor para absorberlo de aquella manera.

Ambos yacían con las hormonas agitadas, no perdiéndose ningún movimiento de su contraparte, tanteando el terreno para comprobar si tenían señal verde para acercarse y acabar con la distancia asfixiante que los separada de sucumbir a su apetito latente.

El alfa apretó una de sus manos, volviéndola puño y gruñiéndo para sí.

"Traiga uno para usted, lo necesitará" dijo entonces, arremangando su camiseta mientras retrocedía hasta estar a una distancia prudente del omega.

"Por supuesto, señor" Taehyung contestó con voz ahogada, reverenciando y saliendo a prisa del despacho.

Al estar en completa soledad, el alfa se permitió bufar, sumergiéndose en sus pensamientos para tratar de hallar una respuesta a su inadecuado actuar.

¿Qué demonios había sido eso?

Taehyung no hacía más que sus deberes laborales, estaba sereno mientras escribía en la laptop; tan sencillo como cualquier otro ser común ¿no es así?

No existían motivos para mal pensar del omega, al menos no de la manera en que Jungkook lo hizo, y es que el hombre no sabía realmente el por qué de sus pensamientos y acciones.

Fue impulsivo, hasta tal punto de casi estampar al omega contra el escritorio y ver más allá de aquellas prendas.

Entonces, aún queriendo descifrar la bomba que detonó en su lobo la necesidad de marcar territorio y la urgencia por imponer su dominio y posesividad ante aquel omega, la imagen de Yunjin reinó en su mente, confundiéndolo.

Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora