Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆

sixteen ഒ . ⋆

Jungkook no era un hombre que se diera el lujo de llegar tarde a su trabajo o deberes de real importancia, por supuesto que no, su madre le enseñó a ser altamente responsable, a poner sobre sus deseos personales la futura grandeza de su empresa.

Por ello, Jeon Jungkook no vivió una juventud llena de conductas enteramente rebeldes, salidas con amigos, fiestas, beber sin supervisión, fumar, entre ese tipo de comportamientos que suelen suceder durante la adolescencia.

Jungkook llegó a experimentar nuevos ambientes cuando salió de casa, y si bien tenía los ojos de alcón de su madre puestos en él, no le impidió realizar ciertas conductas impropias de su enseñanza.

Tuvo sexo, fumó, bebió, bailó e hizo un sin fin de acciones que realmente no le parecieron la gran cosa. Lo único que a Jungkook realmente le encantó de todo lo que hizo en su adultez temprana, fue beber y fumar, esto último de vez en cuando.

Se consideraba un gran bebedor, tanto que nunca podía faltar en casa botellas de vino, licor y variedad de cervezas y su favorita: la cerveza de barril, puesta en un lugar específico de su hogar. Además, Jungkook pegaba el alto al ser un consumidor experto en el alcohol, pues tenía bastante tolerancia a altos niveles y, al ser un pura sangre, aumentaba su resistencia a dicha sustancia psicoactiva, tóxica y depresora.

Fuera de ello, seguía siendo el hombre reservado, serio y prudente que su madre le enseñó a ser y, como todos, también tenía su lado juguetón y divertido, sin embargo, eran escasas las personas que verdaderamente lograban ver esa versión tan hermosa de Jungkook.

Si bien el alfa fue criado para ser un hombre de elevado prestigio, valeroso y controlado, los actos vividos fuera de casa no modificaron mucho en su vida y personalidad. Jungkook decidió mantenerse como estaba, pues a pesar de poder ahora vivir a su máximo antojo, los años que tenía le ajustaron la vista y pensamiento para entender que no todo en la manera de vivir se basaba en disfrutar a lo inútil tu tiempo.

Jungkook no estaba en contra de las personas que se divertían y pasaban sus días de forma alocada y sin control, a pesar de ello, encontraba un poco decepcionante que se dejaran llevar enteramente por los placeres del momento y no fuesen firmes en variedad de aspectos de la vida.

El alfa podía ser una persona que aún albergaba ese espíritu de un cachorro soñador que buscaba diversión y convivencia con amigos o gente que él amara, más aún así, no se dejaba llevar por ese espíritu cuando la situación no lo requería.

Cuando debía ser serio, maduro e imponente y guardar su lado amistoso y juguetón, no dudaba en hacerlo.

Mas estando ahí, a lado ese omega de cabellos grisáceos y ojos cual par de soles, su niño interior despertó con el deseo de retener ese momento y disfrutar con ese chico que tenía algo especial.

Así que, Jungkook se permitió gozar como rara vez lo hacía. Ciertamente, podía afirmar que sentía una brisa fresca y acogedora que salía a borbotones de Taehyung, y es que al ser un chico joven, veía e interpretaba cuestiones muy diferentes a como Jungkook podía hacerlo, independiente de la educación, valores e ideales que los diferenciaban, la edad era distante y los años vividos sumamente alejados de sí.

En conclusión, el alfa sentía cierta aura juvenil que era en demasía encantadora. Entonces, una sonrisa inconsciente surcó los labios de Jungkook, atrayendo la intriga en Taehyung quien hasta ese momento no hacía más que parlotear, sintiéndose cómodo en compañía del alfa.

"¿Le gusta mucho estar al aire libre, señor Jeon?" cuestionó expectante, la expresión facial del hombre haciendo que su curiosidad despertara.

"Es de mis actividades favoritas, de hecho" respondió, volteando hacia el omega y regalándole una mirada suave. "Por favor, continúe, no piense que no estoy prestándole atención"