seventeen ☆

70 12 1
                                    

A lo largo de sus veinte años había congeniado bien con sólo un beta, el cual fue su pareja aproximadamente un mes. Un mes que fue uno de los más divertidos para Taehyung y donde pudo experimentar muchas cosas que él sólo llegó a leer en libros.

Fue una etapa amorosa, cálida y juguetona, sin nada de actividad sexual más allá de unos simples roces, pues Taehyung era (y seguía siendo) demasiado inseguro con su cuerpo. No le gustaba mostrar mucha piel, y durante su tiempo con aquel beta sólo le permitió meter su mano bajo sus ropas sin tocar tanto, y eso ocurría únicamente cuando su lobo tenía más control estando a días de un celo, pues en su entera racionalidad no permitió más que besos subidos de tono y una que otra manoseada comprometedora.

Digamos que parecían más un par de amigos que se ayudaban mutuamente en la experimentación de nuevas 'sensaciones'.

Y como todo joven, tuvo pequeños gustos por diversidad de alfas, pero sin llegar más allá, pues constaron de sencillas atracciones, y esto, hasta que conoció a su actual jefe, Jeon Jungkook, un alfa que despertó miles de sentires con sólo observar su figura una primera vez, el alfa que lo cautivó con su porte, elegancia y caballería.

Jamás hubiese cruzado por la mente de Taehyung que llegaría a conocer al alfa que le había gustado en sobremanera.

Ni en un millón de lunas, por la indudable razón de su irrelevancia, ya que Kim Taehyung se consideraba sencillo y sin atractivo aparente, un omega sin clase, poder económico, un prestigioso apellido o un par de más características que tenían mucho peso y relevancia en el mundo al que Jungkook pertenecía.

No entendía, honestamente, cómo carajos había llegado hasta ese punto de su miserable vida, el por qué Jeon Jungkook había decidido llamarlo personalmente para ajustar su entrevista, haberle dado la oportunidad de trabajar para él cuando Taehyung no tenía ni un conocimiento básico del puesto, el por qué era tan amable con él cuando al resto del mundo le entregaba miradas frívolas, de esas que hacían al cuerpo entero temblar del pavor.

Jungkook no era el alfa que todo mundo creía, y era bastante cliché pensar que quizás él podría ser la excepción a esos tratos. Sin embargo, estaba esta otra variable a tener en consideración: Jungkook ya había tenido otro secretario que igualmente fue omega.

No sabía los comportamientos que el alfa tuvo con aquel chico, si el tono de voz, las miradas, o los gestos fueron distintos, similares o idénticos a los que él recibía.

Taehyung no podía saberlo, al menos no hasta que algún testigo se lo contara (o el propio Jungkook, tal vez).

Y llámenlo absurdo o inseguro, pero una persona con problemas emocionales y de baja autoestima como Taehyung no podía no evitar compararse con la más mínima cosa, la más insignificante para cualquier persona, pero de gran peso para la suya.

Él sabía que estaba mal ponerse en una balanza con un omega a quien no le conocía ni el nombre, con un chico del cual no sabía su historia, si era importante o alguien anodino dentro de la vida de Jungkook.

Y es que eso estaba empezando a ponerlo ansioso, el querer saber sobre ese omega y la relación que tuvo con el alfa, si fueron algo más, si él se atrevió a pasar esa línea que justamente los dividía a él y a Jungkook. Porque Taehyung tenía muy en claro que si empezaba a interesarse por esos detalles que no le correspondían, las cosas vendrían para mal.

Y él sabía que al momento de integrar sentimientos, todo se iría al drenaje.

"Seré lo más breve; la señora Jeon es la progenitora de mi difunta madre, una alfa anciana, de ojos fríos y un genio de los mil demonios" el alfa dijo, sobándose la sien, dejando ver lo irritante que era para él ese tema. "Cuando mi madre anunció las acciones de la empresa y en ningún lado aparecía ella como beneficiaria, echó humo hasta por la boca"

Love and Passion | ᵇʸ ᴶᵉᵒⁿⱽˢˢⁱ ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora