Capítulo X

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Apesar de ser un foreño recién llegado de la capital muchas de las personas en aquel lugar habían sido amables con Yuuji, tal vez la amabilidad y simpatia de este mismo o simplemente por las buenas vibras que brinda con solo cruzar unas palabras.

Por lo que buscar un lugar donde establecerse le había resultado más sencillo.

Una pequeña casa con jardin frontal, un poco descuidado por el abandono pero en donde la arquitectura del tradicional Japón se resaltaba en cada rincón, si bien quedaba un poco alejada del centro de la comunidad era perfecta para solo ellos dos.

– muchas gracias Koko-san – expresó con gratitud el pelirosa a la anciana a su lado  – sin usted creo que hubiera tardado más en encontrar un lugar dónde vivir – sonrió levemente.

La mujer adulta le devolvió la sonrisa asintiendo.

– después de haberme salvado la vida es lo menos que puedo hacer – respondió con calma.

– soló hice lo que se tenia que hacer – rasco apenado su mejilla.

– cuál quier cosa que necesites no dudes en venir a mi casa – respondió mirando disimuladamente el cuerpo del pelirosan – hasta luego Yuuji-kun – se despidió caminando por el sendero.

Por su parte Itadori se despidió de igual manera hasta perderla de vista. Soltó un suspiró para abrir la puerta y entrar a la casa.

– un poco de limpieza y quedará – se dijo con optimismo dejando su equipaje en una esquina.

Se adentro al lugar, que apesar de ser solo de una planta estaba tan bien distribuido y espacioso que el tamaño que se  notaba desde afuera lo hacia ver como algo reducido cuando resultaba ser todo lo contrario.

Además de guardar el calor por lo que al parecer no sería
necesario usar calefacción.  No pasaría frío. Así que sin más se quito la chamarra que lo protegía del helado clima de afuera dejándose sólo en un suéter delgado.

Dejando a la vista la pequeña protuberancia apenas notable en su cuerpo al descubierto.

La prenda quedó colgada en el perchero. Se remango las mangas y tomó la escoba, el plumero y una cubeta, se colocó un cubrebocas para luego dirigirse primero a la habitación donde dormiría.

Los minutos se convirtieron en horas y el tiempo avanzó, la oscuridad llegando más temprano de lo usual por el clima invernal. Pequeños copos de nieve cubriendo de nueva manera el exterior creando una imagen hermosa pero a la vez fría.

Yuuji encendió la luz notando que por la electricidad no tendría que preocuparse. Le resultaba un tanto raro aquella casa, que apesar de notarse abandonada los servicios básicos funcionaban correctamente.

Pensó en que tal vez le daban mantenimiento aunque descartó la idea, de ser así no estaría tan llena de polvo, telarañas y demás suciedad.

– tal vez sea coincidencia – susurró mientras miraba su vientre .

Terminó de acomodar el futon en la habitación ya limpia. Se notaba un gran cambió una vez arreglada, soltó un suspiro de satisfacción y se levantó despacio.

– estoy cansado pero con hambre, deberíamos cenar algo ¿no crees~? – preguntó a su bebé como si fuera a responder – el que calla otorga – rió levemente.

Salió de la habitación una vez que se cambió la ropa por una limpia, caminó por el pequeño pasillo hacia la salida para después tomar su chamarra para colocarsela, sin embargó cayo al suelo.

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