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╰┈➤ La Infancia Perdida de Rui Kamishiro

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En un laboratorio oculto, un grupo de científicos trabajaba en un proyecto secreto que prometía cambiar el curso de la ciencia. Su objetivo era crear un híbrido entre un gato y un humano, combinando las mejores características de ambas especies. Utilizaron como sujeto de pruebas a un pequeño gato que llamaron Rui Kamishiro.

Desde su nacimiento, Rui fue mantenido en una habitación especial, diseñada para evitar cualquier intento de escape. Las paredes de acero y cristal, llenas de dispositivos tecnológicos, vigilaban cada uno de sus movimientos. Los científicos esperaban que Rui mostrara signos de ser un híbrido de gato y humano, pero a primera vista, parecía ser solo un gato normal.

Lo que los científicos no sabían era que Rui tenía la capacidad de transformarse en un ser humano cuando estaba solo. Esta habilidad permaneció oculta porque, cada vez que alguien se acercaba, Rui se transformaba automáticamente en un gato. La transformación ocurría de manera instintiva, una respuesta a la presencia humana, lo que hacía que los científicos no sospecharan nada. Sin embargo, aún en su forma humana, conservaba características felinas, sus orejas eran puntiagudas y su mirada tenía un brillo felino.

Los años pasaron, y Rui creció en el laboratorio. A los seis años, había aceptado su vida limitada, aunque siempre anhelaba la libertad. Entonces, una noche, un accidente inesperado ocurrió en el laboratorio. Un fallo en el sistema provocó una serie de explosiones que causaron el caos en las instalaciones. En medio del pánico, Rui aprovechó la oportunidad para escapar. Corrió por los pasillos en llamas, esquivando escombros y científicos desesperados, hasta que finalmente encontró una salida.

Por primera vez, Rui se encontró en el mundo exterior. La sensación de libertad era abrumadora, y aunque estaba asustado, también se sentía emocionado. La vida callejera era dura, pero Rui, con su astucia felina, aprendió rápidamente a sobrevivir. Encontraba comida en los botes de basura y se refugiaba en los rincones más oscuros y seguros de la ciudad.

Durante este tiempo, los científicos seguían intentando comprender qué había salido mal en su experimento. Revisaron sus procedimientos y teorías, pero no encontraron ningún error evidente.

A los catorce años, Rui comenzó a tener sueños. En estos sueños, descubrió que podía transformarse completamente en un ser humano. Al principio, la transformación era confusa y difícil, pero con el tiempo, Rui aprendió a controlarla. 

Rui se convirtió en un experto en ocultar su verdadera naturaleza. En presencia de otras personas, se mantenía en su forma de gato, pero cuando estaba solo, disfrutaba de la libertad de ser humano.

La vida en las calles no era fácil, pero Rui encontró formas de adaptarse. Usaba su agilidad felina para evitar peligros y su inteligencia humana para resolver problemas. A medida que crecía, su deseo de entender su propia existencia también aumentaba. Quería saber quién era realmente y por qué había sido creado

Rui comenzó a recorrer la ciudad, explorando cada rincón y callejón. Sus días se llenaban de aventuras y descubrimientos. Solía dormir en lugares ocultos y seguros, como los techos de edificios abandonados o entre los arbustos de los parques. Estos escondites le ofrecían la protección que necesitaba para descansar sin ser molestado.

Cada día, Rui se levantaba temprano, con el amanecer. Observaba cómo la ciudad cobraba vida, con las personas yendo y viniendo, cada una ocupada con sus propios asuntos. Rui aprovechaba esos momentos de tranquilidad para buscar comida. Rebuscaba en los contenedores de basura detrás de los restaurantes y cafeterías, donde a menudo encontraba sobras que aún estaban en buen estado.