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Tsukasa miró al gato, ahora sentado tranquilamente frente a él. Aún estaba procesando lo que acababa de presenciar: su gato se había transformado en un chico y luego de vuelta en un gato. Su mente estaba llena de preguntas, pero sabía que necesitaba manejar la situación con calma. —Entonces... —dijo Tsukasa, mirando al gato con una mezcla de confusión y curiosidad—. ¿Puedes entenderme, verdad?
El gato asintió lentamente, sus ojos grandes y expresivos observando cada movimiento de Tsukasa. Aunque no podía hablar, su lenguaje corporal era claro.
—Esto es... increíble. No sé ni por dónde empezar —continuó Tsukasa, sentándose en el suelo frente al gato—. ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo es que puedes transformarte? -El gato inclinó la cabeza, mostrando su incapacidad para responder verbalmente.
Tsukasa se dio cuenta de que no obtendría respuestas inmediatas, pero sabía que necesitaba encontrar una manera de comunicarse mejor con él. —¿Puedes escribir? —preguntó Tsukasa, señalando el escritorio con los apuntes esparcidos—. ¿Puedes explicarme de alguna forma?
El gato se transformó nuevamente en el chico de cabello púrpura y mechones celestes para intentar ayudar a que Tsukasa entendiera mejor
De repente un fuerte golpe en la puerta resonó en todo el apartamento, derribándola con una violencia que hizo que Tsukasa se estremeciera. Rui, aún en su forma humana, reconoció el peligro de inmediato. El característico olor de los científicos llenó el aire
Sin perder un segundo, Rui tomó a Tsukasa de la mano y lo guió rápidamente hacia un pequeño armario al fondo de la habitación. Abrió la puerta y metió a Tsukasa dentro, tapándole la boca con una mano mientras con la otra cerraba la puerta con cuidado. Sus ojos, normalmente llenos de curiosidad, ahora estaban llenos de determinación y urgencia.
—Shh... n-no hagas ningún r-ruido —susurró Rui con voz temblorosa pero firme, haciendo un esfuerzo considerable para formar las palabras.
Tsukasa, asustado y confundido, asintió lentamente. Podía sentir el corazón de Rui latiendo rápidamente contra su mano. Nunca había visto a Rui así, y eso solo aumentaba su propia ansiedad. El silencio en el armario era opresivo, roto solo por los sonidos de pasos y voces autoritarias que se acercaban cada vez más. Desde su escondite, Rui observó a través de una pequeña rendija cómo los científicos entraban en el apartamento. Eran tres, vestidos con batas blancas, con una expresión fría en sus rostros.
Empezaron a buscar en cada rincón del lugar, moviendo muebles y revisando cada posible escondite. —Sabemos que estás aquí, Rui —dijo uno de ellos con una voz monótona y sin emoción—. No puedes esconderte para siempre.
Rui sintió un escalofrío recorrer su espalda. Los científicos no se detendrían hasta encontrarlo. Tsukasa, sintiendo la tensión en el aire, intentó mantener la calma, pero su mente estaba llena de preguntas sin respuesta. ¿Quiénes eran esas personas? ¿Por que lo buscaban? ¿Qué estaba pasando realmente?
Los científicos se acercaban cada vez más al armario. Rui sabía que no podía mantener a Tsukasa escondido allí por mucho tiempo. Necesitaba pensar en algo, y rápido. Sus habilidades de gato podrían ayudarlo a distraer a los científicos, pero eso significaría dejar a Tsukasa solo y vulnerable. Tomando una decisión rápida, Rui susurró a Tsukasa: — yo... distraerlos. Quédate... aquí, n-no te muevas.
Antes de que Tsukasa pudiera protestar, Rui se transformó nuevamente en gato. Con movimientos ágiles y silenciosos, salió del armario y comenzó a correr por la habitación, derribando objetos y causando el mayor alboroto posible. —¡Ahí está! —gritó uno de los científicos al ver al gato—. ¡Atrápenlo!
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Maullidos que hablan🐾 ┆RuiKasa ┆
FanfictionRui era un gato callejero, pero no un gato cualquiera; había algo especial en él que lo distinguía de los demás. Con su pelaje suave y brillante, y sus ojos llenos de misterio, Rui jugaba por el parque con la arena, pero entonces ve a alguien observ...