Orando con Revelación

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A través de la oración podemos romper los límites que nos separan de Dios. Cuando oramos con revelación, estamos alineando nuestra voluntad con la de Dios, permitiendo que Él nos guíe a través de la senda espiritual. 

Dios nos asigna puntos específicos en la oración, como si fuéramos guerreros intercediendo en el Reino espiritual. Es a través de esta comunión íntima con Dios que podemos expandir Su Reino en la tierra. 

Pero para obtener esa revelación, debemos buscarla en oración. Debemos priorizar orar por el Reino de Dios antes que por nuestras propias necesidades, ya que es en ese plano espiritual donde la verdadera transformación se produce. 

Es en la intimidad con Dios que encontramos la fuerza para romper la esterilidad y dar fruto como árboles plantados por Él.

Debemos morir a nuestra propia voluntad para permitir que la semilla de la intimidad con Dios germine en nosotros y nos lleve a nuevas alturas espirituales. 

En nuestra sociedad obsesionada con el éxito, el ego y la apariencia, la oración nos recuerda que fuimos predestinados para ser bendición para los demás. Es a través de la oración y el conocimiento divino que podemos liberarnos de las cadenas de la mente carnal y caminar en libertad espiritual. 

Por lo tanto, busquemos la revelación de Dios a través de la oración constante y la meditación en Su Palabra. Permitamos que Él active en nosotros Su nube de gloria y transforme nuestra atmósfera en un campo de guerra espiritual, donde podemos vencer las fuerzas del mal y alcanzar la victoria en el Reino de Dios. 

¡Que la oración sea nuestro escudo y nuestra espada en esta batalla espiritual!

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