꧁𓊈𒆜🆃🅸🅼🅴🆁𒆜𓊉꧂ | • The Rise of Red •

⏳ 6. | La pelea de nuestras vidas ⏳

— ¡Bibidi Babidi Bu! — Fay trato de desencantar su tarea, pero el libro iba demasiado rápido como para seguirle el pasó.

Cerca de ahí se encontraba Mordred; quién al ver la situación no dudo en ayudarla, sacando su Varita Mágica.

— ¡Alacazam! — Recitó el castaño apuntado al libro con su Varita, anulando el hechizo.

Luego Mordred se agachó y recogió el libro. — Creo que esto es tuyo. — Le dió el libro a Fay.

— ¡Si! ¡Ay que pena! — La joven lo tomó. — Gracias por ayudarme a romper el hechizo. Aún no soy muy buena manejando mi magia. — Comentó nerviosa mientras agachaba su cabeza.

Sabía que el hijo del director era todo un prodigio, le daba vergüenza que la viera en ese tipo de situaciones embarazosas.

— No te sientas mal. Solo necesitas un poco más de práctica. Y-Yo podría enseñarte si quieres.

— ¿De verdad harías eso por mi Mord?.

— Si. Estaría encantado en ayudar a una chica tan linda como tú Fay. — Sonrió mientras agitaba levemente su Varita, haciendo que apareciera una hermosa rosa roja en sus manos. — Además, quería preguntarte algo.... ¿Te gustaría ser mi pareja para el Gran Baile? — Le extendió la rosa mientras sentía sus mejillas enrojecerse.

Era ahora o nunca.

Fay se sorprendió ante la invitación de Mordred. Podía jurar que su cara también estaba roja. Aún así, acepto la flor. — Si. Si me gustaría ser tu pareja para el Gran Baile.

Ambos soltaron unas cuantas risitas tímidas. Realmente estaban enamorados.

∆∆∆

— ¿Buscás esto primita?. — Un  chico pelinegro de ojos grises apareció delante de ellas mostrando el reloj de oro.

— ¿"Primita"? — Preguntó Red confundida.

— Ey... ¡Yo te conozco!  Estuviste en la Ceremonia de Bienvenida. — Recordó Chloe. — ¡Tu fuiste el que me impidió ir por mi madre! — Dijo molesta.

— Si. Lo hice para que mi tia no te mandara a cortar la cabeza también Princesa. — Se inclinó un poco al decir lo último.

— ¡Espera! No estoy entendiendo, ¿Cómo que "tía"?, ¿De qué hablas?. — Volvió a preguntar la joven pelirroja.

— Oh sí, somos familia. De parte de nuestras madres.

Red miró al chico con desconfianza. — Ajá.... Claro, ¿Cuál es tu nombre?.

— Mi nombre no es importante. Pero como puedes ver yo también me colé en su 'pequeño viaje temporal' en un intento por detenerlas prima.

— No me digas así. No sé quién eres, pero lo que si se es que ese reloj no es tuyo. ¡Devuélvemelo! — Exigió Red.

— Temo que no puedo hacer eso. — Apartó el reloj de las chicas. — No deberían estar aquí.

— Eso también debería de aplicar para ti, ¿No crees? — Dijo Chloe.

El pelinegro negó con su cabeza divertido. — A diferencia de ustedes yo si puedo estar presente en diferentes épocas. Estás hablando con el descendiente del Tiempo Princesa.

— ¡Un momento! ¿Dijiste descendiente?.... ¿Acaso tú eres el hijo del Señor Tiempo? — Habló Red uniendo los cabos.

— ¿Señor Tiempo? — Murmuró la peliazúl.