A Kira le temblaban las manos. Era como si alguien le hubiera llenado el cuerpo de electricidad, le cosquilleaba el pecho. Tenía que obligarse a dar pasos lentos para no adelantarse demasiado. Sentía la necesidad de salir a correr alrededor de Adriata para tranquilizarse. Al menos eso le daría una excusa para el sonrojo que se había apoderado de su cara y cuello.
A su lado, Rhys caminaba con su usual aire despreocupado. Las manos en los bolsillos y la ropa impecable. Kira le miró el pelo, se lo había despeinado en la parte de atrás con los dedos. Era tan suave. Le daban ganas de tirar de él mientras se perdía en sus besos y él la apretaba. Miró hacia adelante de vuelta y respiró profundo, apartó esas ideas de su mente. No podía pensar en eso, no ahora.
Había besado a Rhysand. O él la había besado. Se habían besado. No se atrevía a admitir cuántas veces había fantaseado con aquello, cuánto tiempo llevaba deseándolo. Deseando a Rhys. Y él... la deseaba también, era obvio. No había forma de ocultar lo que había sentido durante el beso, lo que ella le había generado. Se mordió el labio, había tantas cosas que quería hacer, su mente simplemente no dejaba de llenarse de distintas situaciones.
¿Habría disfrutado él del beso de la misma manera? Se veía tan tranquilo, como si nada hubiera pasado, mientras ella se había convertido en un manojo de nervios. Otra vez la adolescente que daba su primer beso. Aunque, para ser justos, Rhys tenía ese efecto en las personas y hacía demasiado tiempo que a ella no le daban un beso.
De repente, Rhys la metió en un armario escondido en un pasillo poco transitado. El espacio era muy pequeño para ambos así que quedaron muy cerca. Podía sentir el calor de su pecho presionando contra ella. Tenía la espalda contra la pared, totalmente atrapada por ese cuerpo musculoso y hermoso. Rhys gruñó.
—Lo que sea que estés pensando, vas a tener que parar, corazón. —Tenía la voz rasposa. Su olor llenaba todo, como si de repente se hubiera convertido en lo único que podía percibir. Estaba en todos lados, quería hundir la cara en su cuello e inhalarlo hasta desmayarse. Era el olor de siempre, pero entrelazado en él había algo ahumado y picante. Rhys estaba excitado—. Me vas a hacer perder la cabeza.
No quería parar. No quería dejar de ver el deseo en su rostro o de sentir su cuerpo tan cerca. Se acercó un poco más a él, inhaló un poco más de cerca ese olor tan adictivo. Sintió cuánto la deseaba contra su pierna, empujó hacia arriba con una sonrisa traviesa. Rhys jadeó en su oído, era un sonido delicioso, pero estaba segura de que podía sacarle sonidos aún más increíbles. Pasó las manos por su pecho, su cuello, sintiendo cada músculo, sin dejar de mover la pierna de arriba a abajo. Lo besó con fuerza, desesperada y él le devolvió el beso con la misma intensidad.
Rhys le apretó la cintura con fuerza, empujándola más cerca de él. La levantó sin esfuerzo y la puso contra la pared. Kira enredó las piernas alrededor de su cintura, disfrutando cada centímetro de contacto entre su centro pulsante y la dureza de Rhys.
—No hay lugar suficiente en este cuartito ni en todo el castillo para hacerte todas las cosas que quiero, Kira—susurró Rhys al romper el beso, se empujó más contra ella como para enfatizar sus palabras. Kira gimió bajito y Rhys se quedó completamente inmóvil, solo se escuchaban sus respiraciones aceleradas—. Dios, me encanta ese sonido.
Le tocó los labios con los dedos y Kira le chupó el pulgar. Él gruñó bajo, como si hubiera sentido esa succión en todo el cuerpo.
—No quiero que nadie escuche cuando te haga todas las cosas que estás pensando—dijo él dándole un beso casto, pero intenso en la boca—. Los sonidos que salgan de esa boquita hermosa son solo para mí.
Kira apoyó la cabeza en la pared, todavía luchando contra la necesidad de frotar las caderas contra las de Rhysand. Respiró hondo, tratando de calmar su respiración.
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Rhysand - Bajo la Montaña
FanficAmarantha construye su propia Corte de las Pesadillas en Bajo la Montaña y Kira, la emisaria de la Corte Verano, deberá aprender a sobrevivir en ese nuevo mundo de horrores, donde cada paso o respiración equivocada pueden llevarla a su muerte y la d...