The Walking Dead 1 TEM / Rick Grimes y Zaira Sterling

.1.

Antes de contar mi historia desde el punto en que todo se fue al carajo, comenzaré por donde conocí a Rick y Lori.

Los 90's

Estaba terminando mi decimotercer ciclo con mi mejor amiga Lori, a quien había conocido en la carrera de medicina que ambas estudiábamos.

A pesar de tener nuestros días muy ocupados, nos hacíamos cada vez más cercanas, hasta el punto de que yo conocí a sus padres y ella a los míos.

Por otro lado, en mi vida ya había conocido a Rick Grimes, el chico más espectacular de la escuela, que tenía a todas las chicas locas solo por un saludo suyo. Al principio, la verdad, no me llamaba tanto la atención, pero de repente llegó a mis oídos el rumor de que él estaba enamorado de mí. Desde el momento en que llegó con flores a mi casa, nunca más nos volvimos a separar... hasta aquel fatídico día.

"Último día del decimotercer ciclo de universidad"

Me había levantado temprano esa mañana, muy ansiosa por el día más importante de mi vida. Me faltaba solo un ciclo más en la universidad, y ya podría decir que era doctora, el mayor orgullo para mis padres y para mí. A pesar de haberme levantado muy temprano, el día se fue rápido. Estaba recogiendo mis últimas cosas de la mesa antes de salir de casa.

Antes de salir, llamé a Rick un rato para avisarle que me recogiera a la salida de la universidad para ir a celebrar mi victoria. Él me había comentado que no tenía guardia en la policía ese día y que podría venir por mí.

Las horas pasaron, me despedía de mis amigos, pero, por alguna extraña razón, hoy Lori no había venido a clases. Era raro, no me avisó ni nada, simplemente desapareció ese día. Traté de sacarla de mi mente, algo le habría pasado. Igual inventé una pequeña mentira en clases para que los profesores, un poco odiosos, no la reprocharan tanto. Eran difíciles de controlar.

Estaba en la entrada de la universidad, esperando a mi lindo y apuesto novio que viniera por mí. Se demoró en llegar, así que decidí sentarme en una de las bancas para seguir esperándolo. Hasta que, por fin, llegó con su reluciente auto, pero lo malo fue que no venía solo...

—Hola, chicos, ¿y ese milagro de verlos juntos? —dije, intrigada por su cercanía.

—Necesitamos hablar contigo, Zay —dijo Rick, con esa cara de preocupación.

—¿Qué sucede? ¿Algo malo? —pregunté, un poco nerviosa.

—Bueno, Zay, Rick, lamentablemente, directo no será... —dijo Lori, adelantándose hacia mí, pero fue detenida por Rick.

—¡Cállate, carajo! Déjame a mí explicarlo —dijo Rick, mirándome.

—No, Rick, no me voy a callar. Ten las agallas de decirle la verdad —dijo Lori, empujándolo.

—¿De qué verdad hablan? Ya me están molestando —dije, irritada porque ninguno de los dos se dignaba a decirme algo.

—Estoy embarazada, Zay —soltó Lori de golpe.

Me choqué un poco con lo que dijo. Lo primero que pensé fue en su carrera y su futuro, me preocupaba lo que pasaría con ella.

—Ya, Lori, qué mal por tus estudios, pero ¿qué tiene que ver eso con mi novio? —dije, alzando una ceja y mirando a Rick.

—Es mío, Zay —soltó él, como escupiendo veneno.

Me quedé paralizada unos cinco minutos. Mi mente no podía procesar lo que acababa de escuchar: "suyo". Pasaban muchas preguntas por mi cabeza: ¿Cuándo pasó? ¿Por qué pasó? ¿Dónde pasó? ¿Qué hice para que sucediera esto?

—Si esto es una broma, es de muy mal gusto, chicos. Les dejaré de hablar, de verdad —dije, tratando de engañar a mi mente.

—Sabes que no es una broma. Sí, me acosté con Rick. Este bebé será de él, y estamos aquí para que lo sepas y te alejes de Rick. Viviremos juntos y dejaré de estudiar —dijo ella, de una forma en la que nunca me había hablado antes.

—¡Vaya! ¡Qué fresca de tu parte, Lori! Vienes aquí en el mejor momento de mi vida para decirme esto. Qué poca mujer eres, de verdad, y decías ser mi amiga —dije, riéndome con sarcasmo.

A pesar de intentar controlar mis impulsos, no podía evitar que las lágrimas rodaran por mis ojos. Me estaban rompiendo el corazón.

—Me da igual lo que me digas, Zaira. Lo único que sé es que mira, gané algo que tú querías mucho, y eso es un punto de victoria para mí. Te espero en el auto, Rick, no demores —dijo, acercándose a él y dándole un beso.

Ella se fue toda victoriosa de su supuesto triunfo, mientras a mí me estaban matando y partiendo en dos.

—Perdóname, Zay... —dijo él, tratando de acercarse a mí.

—Ni se te ocurra, Rick —dije, alejándome de él.

—En serio, no sé cómo pasó —dijo él, pero lo interrumpí.

—No, no me vengas con esas excusas absurdas, Rick. Sabes muy bien cómo pasó, y no te detuviste. Ella está embarazada y ya se acabó. Me duele, ¿sabes? Ocho años de mierda desperdiciados en alguien que no vale la pena, y en una amistad traicionera. Espero, de verdad espero, que seas muy feliz, porque si no lo eres, vas a llorar por hacerme esto a mí, a la persona que más te apoyó para que tú —me acerqué más a él— cumplieras tus sueños, Rick. ¿Y qué gano yo? Que embarazaste a mi mejor amiga.

—Zay, yo te amo a ti —dijo, llorando.

—¡Vaya, qué espectacular forma de amar tienes! Pudrete, y espero que tu hijo sea mucho mejor que tú, idiota —dije, dándole una bofetada antes de marcharme.

Regresé a mi casa caminando desde la universidad. Me sentía fatal: traicionada, engañada, suplantada. Le había confiado tantas cosas importantes de mi vida a esa perra, que lo único que buscaba era suplantarme, tomar mi lugar. Y él fue el idiota que no pudo controlarse. Qué tristeza, y pensar que creía que era "el hombre perfecto".