Pov Zaira:
Estaba sentada frente a la fogata con los niños, platicando sobre historietas. Al final de todo, solo son niños en un mundo completamente inestable.
—Mi papá me dijo que era adicto a los cómics en la escuela —dijo Carl, feliz por su anécdota.
Era consciente de eso; su papá era el que iba a mi casa a robarme todas mis historietas. Me sorprendía cómo, a pesar de los años, seguía recordando todos los momentos que pasé con él.
—Mi mamá tenía muchos en su oficina —dijo Ari.
—Sí, pero eran de colección, por eso no las sacaba de ahí —rió.
—¿Colección? —preguntaron los tres niños al unísono.
Solo me tomó unos minutos explicarles qué es una colección y por qué la gente lo hace, hasta que mi vista se perdió en Rick, que parecía afligido pero también algo triste.
—¡Papá! —dijo Carl, corriendo hacia él.
—Hijo, ¿cómo estás? —dijo, acercándose a mí—. Hola, Zay —me saludó.
Solo asentí con la cabeza, recibiendo su saludo y devolviéndolo.
En esa situación, no pasó casi nada; solo conversamos como dos padres de familia estabilizados, tratando de no causar ningún choque a nuestros hijos.
El día se fue rápido; después de todo, no había mucho que hacer. Mañana por la mañana ya tomaríamos nuestro rumbo hacia donde estaban los militares, así que debíamos prepararnos. La noche fue algo silenciosa, pero trágica por otra parte.
Ver a Lori tan mal me preocupaba; deduje que algo había pasado con Rick. Recordé cómo estaba en la tarde y un pensamiento fugaz cruzó por mi mente: ¿habían terminado su relación? Pero otra parte de mí regresaba a la realidad y recordaba las palabras de Rick: no era el momento, como él dijo.
—¿Mamá, habrá algo donde iremos? —preguntó Ari, abrazándome.
—Ay, hija, eso espero —respondí, besando su frente—. Pero eso no define nuestro destino. Si no hay nada, buscaremos la manera de ir donde haya algo —dije, abrazándola.
Me encontraba sentada dentro de mi auto, acariciando a la pequeña Ari para que descansara y yo también intentara hacerlo.
La noche se esfumó, con rayos de luz cayendo en mi cara, dándonos a entender que ya había amanecido y necesitábamos comenzar nuestro trayecto. Decidieron hacer una última junta para concluir los últimos acuerdos.
—Quédate aquí, sí, ya regreso y comenzaremos nuestra aventura —dije, llevando a Ari a la parte trasera del auto.
—Está bien, mami, solo no te demores —respondió, agarrando un cómic y comenzando a verlo.
Salí del auto y caminé hacia donde estaban todos reunidos, pero me choqué con Lori. Me quedé paralizada al verla; era diferente, se veía mal, con la mirada perdida, abrazándose a sí misma.
—¿Lori? —dije, tocando su brazo.
Pero ella tuvo una reacción muy repentina... me abrazó. ¿Estaba llorando? Debería sentirme mal, debería estar triste por ella, pero traté de no mostrar compasión y terminé abrazándola, acariciando su espalda.
—No sé qué te pasa, pero no te encuentras bien —dije, tomando sus hombros para mirarla a los ojos—.
—Rick... Rick acabó con nuestro matrimonio —dijo, cabizbaja—. Por ti —agregó, mirándome.
Me quedé estática ante esas palabras. No imaginé que Rick diría algo así. Si me había dicho que no era el momento, pero al verla a ella, en verdad lo parecía...
—Lori... no sé la verdad —dije, sin poder evitarlo.
Ella no respondió, solo se dio media vuelta y se fue. Yo regresé al grupo que estaba conversando.
—Bueno, llegó quien faltaba —dijo Rick al verme—. Ya hemos decidido todo. Esperamos llegar antes de la noche —dijo, señalando el camino.
—Debemos apurar el paso; tenemos que salir de aquí ya —dije, aunque un poco pensativa por lo que había pasado hace unos momentos.
Todos aceptaron el plan de Rick y decidimos separarnos para comenzar nuestro rumbo, cada uno en su auto.
—Solo digo que canto a manejar —dije para mis amigos
—Entonces, mejor no manejes —dijo Daryl, riéndose.
—Ay, qué chistoso —dije, mirándolo seria.
—Es broma, ríete, espesa —dijo Glenn.
A pesar de que traté de contener la risa, no lo logré. Nos subimos todos al carro, hasta que sentí que me agarraron del brazo.
—Zay, ¿puedo hablar contigo? —dijo Rick.
—Claro —respondí, soltándome.
Me giré a verlo y asentí. Él solo suspiró y continuó hablando.
—Zay, pues he terminado con Lori —dijo, agachando la cabeza.
—Sí, ya me di cuenta —respondí, recordando a Lori.
—A... bueno, solo quiero que sepas que quiero estar contigo —dijo, tomando mis manos.
—Rick... —dije, nerviosa por su reacción—.
—No, de verdad, yo deseo estar contigo —dijo, besando mi mano.
—Rick... no deseo ser feliz después de un rompimiento. Lo siento, si fue por mi culpa que te confundiste —dije, soltando sus manos—. Pero no esperes que bailemos o saltemos de alegría mientras otra persona llora por tu alejamiento —dije, mirándolo.
—Lo entiendo, Zay. Pero quiero que sepas que mi relación con Lori, desde hace mucho no andaba bien...
—Todo lo que quieras, Rick... —dije, acariciando su mejilla—. Pero no creo que sea buena idea comenzar algo tan pronto.
—Está bien... lo entiendo. Solo espero que me des una respuesta al llegar a donde vamos —dijo, riéndose—. Es pronto, sí, pero en verdad quiero estar contigo...
—Está bien, lo pensaré —dije, acercándome y dándole un beso en la mejilla—. Buen viaje, vaquero —dije, moviendo su sombrero.
Entré al auto con una sonrisa, aunque sabía que no debíamos celebrar su rompimiento. Pero, ¿por qué me sentía triste? Dios, Lori le estaba siendo infiel a Rick cuando pensaba que estaba muerto, pero ella estaba en luto. No sabía qué pensar...
—Bueno, suerte —dijo Glenn.
—Esperemos que no quedes tonta de nuevo —bromeó Daryl.
—¿Mamá? —dijo Ari, intrigada—. ¿Estás con el papá de Carl?
Me quedé paralizada. Glenn tenía una cara de sorpresa y Daryl se rió.
—Creo que alguien necesita una explicación —dijo, riéndose de lo que dijo Ari.
—Ehh... hijita, cuando lleguemos te explico, ¿sí? —dije, acariciándole la cabeza.
Me había olvidado completamente de que Ari estaba aquí. Solo fulminé con la mirada a mis dos amigos por no ser un poco cuidadosos con sus comentarios, pero luego recordé la escena con Rick afuera y me di cuenta de que la desatinada era yo.
Solo encendí el auto y seguí al de Rick.
No sabía qué pensar... decirle que sí o que no. Estaba en una confusión en mi propia mente, considerando una elección que seguramente hará que mi vida tome un rumbo diferente del que tengo pensado.
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The Walking Dead 1 TEM / Rick Grimes y Zaira Sterling
Fanfiction-Pero todavía la amo, no puedo mentirte, Zay -dijo el chico de ojos azules. -¿Y por qué juegas conmigo? -dije entre lágrimas. -Es que también te amo a ti -respondió, acercándose. -No, Rick, tú no sabes lo que quieres, porque cuando yo no estoy, vas...