Después de ese bochornoso momento para mí, algo que más dañó mi dolorido corazón.
Las horas pasaron y esa noche casi no dormí. Todo lo que sucedió me recuerda una vez más que este mundo no espera a los niños. Me duele imaginar que tantas personas del campamento acaban de morir; me duele pensar que ellos podrían ser Carl, Sofia o Ari.
Trataba de mantener el coraje por no haber podido defender a todos, pero eso me dolía mucho. Aproveché ese sentimiento para cavar más rápido las tumbas.
—Creo que deberías descansar un rato, Zay —dijo Andrea, estirando su mano para pedirme la pala—. Creo que no deberías gastar tus energías.
Solo la miré y le entregué la pala. Tenía razón, pero me encontraba tan triste, tan desolada. Imaginar que mi corazón se siente así por otras personas me hace pensar en el sufrimiento que sentiría si algo le pasara a mi hija o a alguien a quien amo.
El sol se hizo presente, chocando con mi cara aún gastada por la noche sin dormir. No he podido cerrar los ojos en toda la noche. Hice mi maleta y guardé mis cosas en la camioneta, decidida a irme; este lugar no era seguro ni para mí ni para Ari.
—Acérquense, creo que debemos conversar —dijo Rick, llamando a todos afuera en el centro del campamento.
Al escuchar su llamado, salí junto a Ari hacia donde él estaba.
Nuestras miradas se cruzaron, recordándome ese beso, pero fui interrumpida por un suspiro.
—¿Qué crees que dirá Rick? —preguntó mi coreano.
—No lo sé, la verdad, pero yo ya tengo decidido qué hacer, Glenn —le dije, mirándolo.
—¿Qué harás? —preguntó él.
Iba a contestarle sobre mi plan, pero fui interrumpida por el comentario del ojo azul.
—Creo que sabes que ahora mismo el campamento no es seguro. Deberíamos ir al CDCE; ahí las radios dijeron que había militares y seguridad para todos —dijo él, mirando a cada uno de nosotros. Fui la primera en hablar.
—Yo me iré —dije, causando un silencio entre todos.
—¿Te irás? —preguntaron juntos mis dos grandes amigos.
—Sí, como dice Rick, aquí no es seguro, pero tampoco creo que lo sea el CDCE. Solo espero que tengan suerte con su viaje, chicos —dije, decidida.
—Creo que somos un grupo; no deberías tomar decisiones tan apresuradas —dijo Rick, mirándome.
—Sí, pero no esperes que vaya a un lugar prometido al comienzo de algo que no sabemos si aún existe —le respondí, mirándolo—. Nada nos asegura que eso siga allí.
—Lo sé, pero es mejor que vagar por ahí —dijo, señalando el bosque—. No te vayas, Zaira. Y los demás, alisten sus cosas; nos iremos al CDCE —dijo, y se fue.
Ese comentario de "no te vayas, Zaira" resonó en mi cabeza durante varios minutos. No sé cómo lo pensará Lori, pero para mí esa es una decisión firme.
Me acerqué a mis amigos, que me miraban con desagrado.
—Lo siento por no decírselo antes, pero en serio no creo que el CDCE sea una buena idea —dije, mirándolos.
—Mira, sea o no buena idea, estaremos juntos los cuatro —dijo Daryl, con los ojos entrecerrados—. Y Rick también... es un gran tipo, a pesar de sus errores.
—Sí, eso es cierto, Zay. Así que guarda el orgullo y mejor ven con nosotros —dijo Glenn, mientras me recogía un mechón de cabello y lo ponía detrás de la oreja—. O solo llevaremos a Ari con nosotros. No te atrevas a separarnos de ella —dijo, intentando hacerme reír.
Después de esa conversación tan reconfortante con mis queridos cómplices, decidí dar mi brazo a torcer. Al final, entre todos somos un apoyo.
Durante el día nos enteramos de que Jim había sido mordido y lo mantuvieron encerrado hasta mañana para poder irnos.
Ari, por su parte, se encontraba jugando con sus amigos, algo que llenaba mi corazón. Decidí despejarme dándome un baño en el lago. No importaba hacerlo con ropa; el calor era tan insoportable que se secaba en minutos.
—¿Qué haces aquí? —escuché detrás de mí.
—¿Qué deseas, Rick? —dije, volviéndome a mirarlo.
—Hablar contigo, Zay —dijo, sentándose en las rocas.
Lo miré y rodé los ojos ante su comentario.
—Creo que la última vez que hablamos terminó muy mal para mí. ¿Por qué hablaría contigo? —dije, saliendo del agua para secar mi cabello.
—Lo siento por eso, pero no me puedo resistir —dijo, apenado.
—Bueno, la verdad es que no quiero desperdiciar el poco tiempo que tengo. Dime rápido qué deseas, Rick —dije, sentándome en una roca enfrente de él.
—Zay... voy a dejar a Lori —escuché de él.
Esas palabras me sorprendieron. ¿Dejarla? ¿Por qué?
—La dejaré por ti, Zay, por nuestro amor —dijo, agachando la cabeza.
Esa era la respuesta. Nuestro amor. Pero, ¿por qué hizo esa mirada anoche? ¿Acaso era mentira lo que me decía ahora o la mirada? No comprendía si era cierto lo que decía o si solo me estaba mintiendo, como siempre.
—¿Y esperas que crea eso? —dije, riéndome suavemente.
—Sí, ayer hablé con ella. Decidí dar fin a mi matrimonio. No sé cómo pude estar con ella todo este tiempo.
—¿Pero la amaste, no? Después de tantos años, no creo que sea solo por compromiso —dije, mirándolo a los ojos.
—Sí, pero no más que a ti, Zay —dijo, levantándose y extendiendo la mano hacia mí, la cual acepté y me puse de pie junto a él.
—Ay, Rick... —suspiré, mientras las lágrimas caían de mis mejillas sin explicación alguna—. Tú me hiciste sufrir tanto, Rick... ¿Por qué? —dije, buscando su mirada. —Si me hubieras dicho eso hace 20 años, las cosas hubieran sido muy diferentes—
—Lo sé... lo sé —dijo él, también llorando.
Las palabras que pronuncie eran ciertas. Lo hubiera dado todo por él. Aun así, aunque temía que fuera una mentira, no quería dejar pasar este gran momento. Pedía con todas mis fuerzas que no me estuviera engañando.
Él era todo para mí, y sigue siéndolo.
Nuestras cabezas se juntaron, nuestras manos también, para concluir el comienzo de nuestro amor... o eso es lo que él decía.
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The Walking Dead 1 TEM / Rick Grimes y Zaira Sterling
Fanfiction-Pero todavía la amo, no puedo mentirte, Zay -dijo el chico de ojos azules. -¿Y por qué juegas conmigo? -dije entre lágrimas. -Es que también te amo a ti -respondió, acercándose. -No, Rick, tú no sabes lo que quieres, porque cuando yo no estoy, vas...