The Walking Dead 1 TEM / Rick Grimes y Zaira Sterling

.8.

Después de esa linda escena que protagonizé junto a Rick, mi corazón bailaba de alegría, aunque la presión en mi pecho, que no tenía explicación, me hacía recordar lo que viví por él.

—Quiero que creas en mí, Zay —dijo, rompiendo nuestro acercamiento y mirándome a los ojos.

Con esos ojos que desde un principio me gustaron y me enamoraron... Sabía que iba a perder en esto, pero lo amaba tanto que podía aceptar ilusionarme de nuevo. Seguro era tonto, lo sé, pero era él. Me costaba aceptar todavía mi realidad; solo esperaba que la única esperanza que era yo, su gran amor como él me dice, fuera cierta.

—Rick... Yo... —me quedé sin palabras. No sabía qué hacer por ahora, así que me acerqué y le di un beso en la mejilla—. Deseo creerte, pero prefiero que Lori me diga que lo que dices tú es cierto —dije mirándolo a los ojos.

—Zay... —fue lo único que dijo, confirmando mis miedos. Él no me estaba diciendo la verdad.

—Ahora no creo poder hacer eso —soltó de una.

—Ves... sigues mintiéndome —dije, soltando mis manos de él.

—No, yo te amo, te amo demasiado, pero ahora no es un buen momento —dijo, agarrando su cintura.

—Lo entiendo, Rick —dije sin más—. No es el momento y creo que nunca lo habrá —dije alejándome de él.

—Zay, pero esto no es un tema para que nos alejemos —dijo acercándose a mí.

Intento acercarse, pero al ver sus manos tratando de agarrarme, las detuve.

—No, Rick, no quiero ser la antagonista de una historia —dije tartamudeando—. Yo he vivido eso. Si deseas terminar con Lori, hazlo, pero no me tengas en tu vida —dije, soltando sus manos.

Después de esas palabras, el no sabía qué más decir. Creí que eso iba a darme un espacio en su mente. Solo me fui, no quería estar más ahí.

Al caminar de regreso al campamento, no pude contener mis lágrimas. En verdad pensé que iba a decirme que "sí" y que iría a hablar con ella. Pero, como siempre, siempre seré yo la segunda opción.

Antes de llegar para juntarme con los demás, traté de limpiarme las lágrimas.

—¿Cómo van? ¿Ya están alistándose? —dije, fingiendo una sonrisa.

—¿Zay...? —dijo Glenn, agarrando mi brazo para llevarme detrás de una carpa—. ¿Qué sucede?

Solo me callé y lo abracé. La verdad no necesitaba hablar; solo quería a mi amigo incondicional.

—Tranquila, relájate, de nuevo Rick —dijo, acariciando mi espalda.

Me separé de él para verlo.

—No entiendo por qué tiene que ser tan malo conmigo... —dije, volviendo a abrazarlo—. Él me dice que quiere estar conmigo, pero después me dice que es difícil. No lo comprendo —dije, recibiendo un beso en la frente por parte de Glenn.

—Eres una chica muy linda, Zay, para llorar por alguien que no decide bien sus sentimientos —dijo, mirándome a los ojos—. ¿Por qué no te olvidas de él?

—Sí, ¿por qué no? —dijo una voz detrás de nosotros—. Eres muy importante para rogar amor por él.

—Daryl, no ruego por amor —dije, mirándolo—. ¿O sí? —dije, riendo.

—Estás roja —dijo Daryl.

—Ojos rojos —dijo Glenn.

—Cara de burbuja —dijeron los dos.