LA ROSA DEL ADIÓS

QUÍTATE EL LUTO.

6. QUÍTATE EL LUTO.
Thor lo vió desde su ventana, entró caminando con toda la calma del universo por la puerta principal. Se veía entero, sano, quizá un poco desgarbado, tomando en cuenta que llevaba la misma ropa que cuando se marchó, casi un mes atrás. El Dios del Trueno escuchó la exclamación de Sybil cuando fue informada de la llegada de su hijo, y vió a su esposa correr escaleras abajo para ir a recibirle, a llenarle el rostro de besos, a abrazarlo con todo el amor y la ternura que sólo una madre es capaz.

Respiró aliviado, Nun se encontraba de nuevo en casa. Era de esperarse, en adelante, se marcharía las veces que fueran necesario para perseguir sus propias misiones, tal y como él mismo hizo en su momento. Su hijo era un hombre, era un guerrero, y por sus venas corría toda la ansia de aventura de su impetuosa juventud. De todas maneras ensayó un semblante serio, Nun estaba obligado a ir a buscarle y rendirle cuentas sobre los asuntos que lo hicieron desaparecer por tantos días.

Entonces pensó en el hijo de Loki... ¿Estaría también a salvo? Si regresaba uno, entonces el otro ya iba rumbo a su hogar, en Gastropnir. Sin duda a esa hora, Rochi estaba también entre los brazos de su padre, contando entusiasmado los pormenores de su viaje. Thor había prometido a Loki ya no ser tan severo con Nun, tener presente lo mucho que resentía la sequedad de Odín cuando le contaba sus sueños y sus triunfos, detestó la idea de estarse convirtiendo en una mala copia de su padre y hacer sufrir a Nun inútilmente. Suavizó su gesto, recibiría a su hijo con el gusto que sentía de verlo y escucharía lo que quisiera contarle mientras ambos bebían una cerveza, y no como un Rey y un súbdito, alejados emocionalmente y rodeados de ese tedioso protocolo real.

Se sirvió un tarro de cerveza, esperando que su hijo aceptara su invitación a sentarse a su lado y hablar. Por supuesto, después de recibir el cariño de su madre, Nun tenía la intención de ir con su padre y esperar la mala reacción ante su ausencia, por eso se sorprendió muchísimo cuando Thor le dió la bienvenida alzando su bebida y abriendo los fuertes brazos para darle un abrazo.

-Te serviré una cerveza... ¿O prefieres una copa de vino?- le dijo, mostrándole la otra poltrona junto al balcón, donde el viento fresco de la tarde entraba moviendo suavemente las cortinas de gasa.

-Cerveza está bien... y fría sería genial...- dijo Nun, creyendo que estaba frente a un doble de su padre, o que éste se había golpeado fuertemente la cabeza y no recordaba quien era o como se comportaba.

-Hay que brindar por tu regreso, celebrar el buen éxito de tu misión...

-Podría decirse que sí... que ha sido un triunfo... no era mi empresa, pero tuve el honor de ayudar a Rochi Lokison a encontrar a su padre.

-¡Oh, si! Tuve una entrevista con el Rey Loki, como has de suponer, y me contó el anhelo de su hijo. Rescatar los restos de su padre asesinado para darles sepultura en suelo sagrado, según la tradición Jötnar. Un acto muy loable por parte del muchacho...

Por varios minutos, Nun le contó los pormenores de la aventura en Ría, omitió a propósito todas las emociones y sentimientos que guardaba en su corazón por el muchacho Jötunn. Para eso, encontraría un momento mejor, y celebraba interiormente, aquel radical cambio en la actitud de su padre, eso le daba esperanzas de que sus intenciones por iniciar una relación formal con Rochi, fueran bien recibidas.

-Fue un reencuentro tan emocionante, padre- narraba Nun, sin darse cuenta que el gesto de Thor había vuelto a ser circunspecto, conforme se enteraba del inesperado final- El Rey Consorte llevaba años siendo esclavo de un gran Señor Kronano, ¡No podíamos creerlo cuando lo tuvimos enfrente de nosotros, vivo y saludable! Pero luego de un instante de duda, reconoció a su hijo, le dijo que lo dejó siendo un niño y ahora se encontraba frente a un guerrero. Rochi esperaba encontrar un cuerpo y encontró a su padre... y sin proponérselo, al salvar la vida de los Kronanos, aseguró la libertad del Rey Heggert... y ahora, están en Jötunheim, celebrando su regreso, vaya enome sorpresa para su padre, el Rey Loki, que según me contó Rochi, ha vivido en medio de la tristeza desde que se creyó ser viudo...