14 .- EL RESCATE
Ahí estaba la cuna... inmaculada, con el aroma del talco y la manzanilla que usaban las nanas para cuidar la piel delicada de su niño, de su pequeño del alma. Pero no estaba él. Loki pasó su mano delicadamente sobre las suaves sábanas de algodón, blancas y limpias. Apretó un poco la almohada, deslizó la punta de sus dedos por la cubierta de vaporoso tul que adornaba la cabecera y que se suponía cumplía una misión algo inútil en Jötunheim, ya que en el mundo de los hielos eternos, no había mosquitos, ni insectos... aunque, quizá, pensó Loki, sonriendo, lo que hacía el velo transparente era cuidar a Torden de las traviesas y diminutas hadas de la nieve, que si se lo proponían, podían ser tan molestas como las moscas.Siguió recorriendo y mirando la habitación de su hijo. En cada rincón, en cada objeto cuidadosamente elegido, se reflejaban, no solo su uso en la vida cotidiana, sino que, por su detalle, por su colorido o forma, se notaba el amor y minuciosidad que la joven pareja reinante, puso al llevar accesorios para el bebé.
Por ejemplo, el cepillo de cerdas suaves tenía el mango tallado con la forma de un pez, lo pasó por la palma de su mano, imaginando como se peinaban los rubios rizos del pequeño, todos los envases poseían tapas con formas de animalitos graciosos, como ositos blancos, gatitos salvajes y hasta una cría de bilgesnipe, que no era tan aterradora como su parte adulta. ¿Cuál llamaría más la atención de los curiosos ojos azules?
Además, si se prestaba atención, la alcoba de Torden mostraba la evolución, el crecimiento y los adelantos del niño. Notó el pelinegro que los juguetes cerca de la cuna, ya no eran sonajeros o bloques, sino caballos tallados en madera, jinetes vestidos como Einherjar y guerreros similares a los guardias de hielo. Juguetes que mostraban sus incipientes gustos guerreros... o ejemplo de lo que los padres adoptivos deseaban que moldeara sus preferencias.
Abrió el vestidor y tomó varias prendas, una a una, las acarició y las sostuvo contra su mejilla... si al menos una vez, cada trajecito, aquellos zapatitos o capas, fueron usadas, era como si estuviera tocando una parte de la criatura que él había dado a luz, pero que no había sostenido entre sus brazos por más que unos minutos.
Se tapó la cara con una pequeña capa de terciopelo color verde... ¡Cielos dorados! Aquella prenda, los caballos de madera, el perfume de manzanilla... todo parecía recordarle pasajes de su infancia en Asgard. Cómo aquella vez que robó los caballos tallados en madera, los juguetes preferidos de Thor, ¡Cómo lo hizo enfadar! Se ganó un buen golpe en la nariz, aunque de inmediato, Thor se arrepintió de golpearlo, porque lo quería mucho, pero a veces, no soportaba sus traesuras... o como la ocasión en que el rubio gastó los ahorros de su vida en obsequiarle una capa de terciopelo, color verde, como aquella pequeña prenda... casualidad o no, los objetos en la alcoba recordaban su propia niñez, y nada estaba ya presente en la actuaidad. Ni sus años primeros, ni Thor... tampoco estaba Torden...
Era espantosa la soledad que invadía su corazón.
-Creí que había sido claro al prohibirte que entraras en esta habitación- dijo una voz potente y grave a sus espaldas. Loki se volvió, encontrando la figura alta y los ojos de fuego de Heggert, con el gesto de disgusto por encontrarlo fuera del salón donde se suponía debería estar cada tarde, para recibirlo.
-¿Y por qué no he de hacerlo?- replicó Loki, alzando la mirada con altivez- El Palacio pertenece al Rey Rochi y él me permite entrar a donde me dé la gana, además, esta es la alcoba de mi hijo.
Heggert reprimió su enfado, no podía darse el lujo de maltratar a Loki estando bajo el techo de Rochi.
-Pero tonto- dijo Heggert, cambiando el tono por un sonsonete afectuoso que sonaba más hueco que una caverna de trolls de viento y al mismo tiempo, amenazador- Yo sé que la voluntad de nuestro hijo, como nuevo Rey, es la que cuenta. Yo lo digo porque no quiero que te entristezcas... quiero que mi esposo me reciba contento, con un abrazo, con un beso, no llorando. ¿Entiendes?
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LA ROSA DEL ADIÓS
Fiksi PenggemarLos hijos de Thor y Loki se conocen por casualidad, sintiendo de inmediato una mutua simpatía que se convierte en amistad y después... quizá en algo más. Los dos tienen una empresa particular que cumplir y juntos, realizarán el viaje de sus vidas. ...