capitulo 17

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Después de unos meses, James por fin encontró la forma de que pudiéramos estar con Remus en las lunas llenas.

Cuando estaba en la biblioteca encontro una parte escondida donde habían demasiados libros "prohibidos" y hay encontró un libro de como volvernos animagos, pero el proceso duraría un mes.

Teníamos que conseguir varios ingredientes que no podíamos conseguir de un día para otro, James se encargaron de conseguir las escamas de serpiente y el pelo de unicornio, se los pediría a su padre como regalo de cumpleaños junto con hojas de mandrágora.

Mientras tanto nosotros nos encargaríamos de encontrar los ingredientes restantes, el más difícil de conseguir serían las plumas de fénix las cuáles Peter se habia ofrecido para conseguirlas mientras que yo con ayuda de Regulus quien habia insistido en formar parte de nuestro loco plan, conseguiríamos las escamas de pez sirena y el polvo de hueso de serpiente.

Teníamos todo calculado para tener la poción lista en julio antes de la luna llena de ese mes.

Después de mucho tiempo, ya teníamos todos los ingredientes nos reunimos en la casa de los gritos a preparar la poción, sabíamos que sería un proceso delicado y peligroso si no hacíamos algo bien, pero estábamos dispuestos a hacerlo por Remus.

James decidió no contarle nada a Remus, sabiamos que el se negaria así que decidimos mantenerlo en secreto hasta que estuviéramos seguros de que funcionaría.

Cuando James con ayuda de Regulus terminaron la poción nos mantuvimos indecisos durante un momento.

Pero ya habíamos llegado demasiado lejos para echarnos para atras en estos momentos. Nos miramos unos a otros, conscientes del riesgo que implicaba nuestro plan, pero también decididos a seguir adelante. Con determinación, nos preparamos para tomar la poción.

James sostuvo la poción con manos firmes, mientras cada uno de nosotros se preparaba mentalmente para lo que estaba por venir. Era un momento crucial y tenso; sabíamos que el éxito de nuestro plan dependía de la precisión y el cuidado con el que administramos los ingredientes.

Nos miramos por última vez antes de tomarla los cuatro al mismo tiempo. En silencio, intercambiamos miradas cargadas de determinación y nerviosismo. El líquido de la poción brillaba levemente bajo la luz débil de la casa de los gritos, recordándonos la seriedad de lo que estábamos a punto de hacer.

Con un gesto decidido, James fue el primero en levantar su vaso y beber. El resto de nosotros le siguió de inmediato, sintiendo el líquido frío y metálico deslizándose por nuestras gargantas. El sabor era extraño, una mezcla de hierbas y algo más indescriptible, pero ninguno de nosotros titubeó.

Después de beber, nos sentamos en silencio, esperando. Los minutos parecían eternos mientras la poción hacía efecto en nuestros cuerpos. Poco a poco, comenzamos a sentir una sensación de calor extendiéndose desde nuestro estómago hacia el resto de nuestras extremidades. Era como si nuestras células estuvieran reconfigurándose, adaptándose a un nuevo patrón.

El proceso fue gradual y, a veces, incómodo. Podíamos sentir cómo nuestros cuerpos respondían al hechizo de transformación, ajustándose para adquirir nuevas características. A medida que pasaban los minutos, nuestras formas comenzaron a cambiar sutilmente.

El ambiente en la casa de los gritos se llenó de una tensa expectativa mientras la poción hacía su trabajo. Cuando la transformación termino pude ver cómo mis amigos y mi hermano se habían transformado en animales.

No podía creer lo que estaba viendo, la poción había salido bien, ahora éramos animagos.

Con la transformación completada, observé maravillado cómo mis amigos y mi hermano se habían convertido en animales. James, con su pelaje cafe y un par de astas era un ciervo. Peter, más pequeño pero ágil, se había transformado en una rata de color gris plateado. Regulus, con su elegante pelaje negro y ojos serenos, era un gato. Y yo mismo era un gran perro negro.

An imperfect omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora