Sirius penso ya haber perdido todo, perdió a su padre injustamente cuando tenía tan solo 7 años quedando el y su hermano a manos de su abusiva madre y para protegerlo y mantenerlo a salvo lo mando lejos con su tío Alpha, el nunca espero que al entra...
El vértigo me hizo perder la noción del tiempo y del espacio. Cuando finalmente emergí del otro lado, me encontré en una sala iluminada por la tenue luz de la chimenea de los Potter.
El contraste con Grimmauld Place era abismal. Aquí reinaba la paz y la calidez que siempre había asociado con esta casa. Respiré profundamente, intentando calmar mi respiración agitada y mi corazón que aún latía con fuerza por la adrenalina de la situación anterior.
Estaba tan mareado que no podía distinguir nada, levanté la vista cuando escuché una voz conocida, era James quien se veía asustado.
-Sirius que sucedió- dijo James acercandose rápidamente a mi mientras me revisaba- Estás sangrando- dijo James quien parecía entrar en un ataque de pánico- quedate aquí y no te muevas iré por mi mamá- dijo James antes de salir corriendo en busca de la señora Potter.
Me recosté en el suelo frío, tratando de recuperar el equilibrio tanto físico como mental. La sangre que James mencionó comenzó a hacerse sentir, una cálida y pegajosa corriente que fluía desde mi sien derecha. Mi mente empezó a despejarse gradualmente mientras observaba el techo adornado con vigas de madera oscura y una araña centelleante.
El sonido de pasos rápidos se acercaba nuevamente. Esta vez, no era solo James, sino que la señora Potter apareció en la puerta, con su rostro preocupado iluminado por la luz del pasillo- Sirius, cariño, ¿qué ha pasado?- preguntó con voz temblorosa mientras se arrodillaba a mi lado, examinando mi herida con manos hábiles y cálidas.
Ya no sabía cómo responderle, solamente deje que ella me sanará, me sentía cansado, pero lo que acababa de vivir con mi madre me dolía, el echo de que todo el proceso de todos estos años se fuera la basura por una simple carta me dolía.
Cuando la señora Potter me terminó de curar me sentí un poco mejor- Ven cariño, tienes que descansar- James y la señora Potter me llevaron con cuidado a una habitación acogedora. Cada paso era un esfuerzo, mi cuerpo aún temblaba por la experiencia reciente. La habitación estaba decorada con muebles antiguos pero confortables, y una ventana grande dejaba entrar la luz de la luna que iluminaba suavemente el espacio.
Me sentaron en la cama con gentileza, y la señora Potter se sentó a mi lado. James permaneció de pie cerca, mirándome con preocupación evidente- Sirius, cariño, ¿puedes decirnos qué ha pasado?- preguntó de nuevo la señora Potter, su voz llena de ternura maternal.
-Ella lo sabe todo, se enteró sobre la falsa, James- dije casi llorando, no sabía cómo explicarles lo que acababa de ocurrir- Mi madre está trastornada, ella enloqueció.
James y su madre solamente guardaron silencio mientras trataba de explicar las cosas, cuando por fin pude explicarles mejor la situación James se veía enojado.
Cuando James estuvo a punto de pararce su madre lo tomo de la mano antes de que hiciera alguna tontería- No quiero que vallas a ese lugar James, no pienso arriesgar a otro de mis niños con esa mujer- dijo la señora Potter mientras se volvía a dirigir a mi.
-Encerio cariño perdón por no aver estado hay para ti- acarició suavemente mi pelo mientras me miraba con cariño- pero ahora estás aquí y estarás bien, te lo prometo.
-Por ahora descansa lo necesitas, mañana encontraremos soluciones a este problema- termino de decir la señora Potter mientras me acostaba en la cama.
Deje que la señora Potter me cuidara, ella se quedó a mi lado hasta que cerré los ojos por fin permitiendome descansar.
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