Epílogo

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Ya hace un mes que nos habíamos encontrado en la corte del ministerio de magia, finalmente con las pruebas suficientes Abraxas y Walburga fueron condenados el resto de sus días en Azkaban.

Lucius se volvió Lord de su casa y se a empeñado a limpiar su apellido, Severus se mudo a vivir con el hace poco tiempo y cuando cumpliera la mayoría de edad hiban a casarse, bueno eso fue lo que dijo Lucius la última vez que hable con el.

La familia Black volvió a desaparecer del cuadrante por el momento, solamente dieron su presencia para la corte del ministerio para desheredar a Walburga y volvieron a desaparecer.

Hubo paz durante unos meses en los cuales nos permitimos ser felices pero esa noche antes de navidad en el callejón diagon pudo cambiar muchas cosas en tal poco tiempo.

Era un noche fría pero cálida, la nieve caía cubriendo todo a su paso, niños corriendo de aquí para allá, personas buscando regalos de último momento o familias comprando uno que otro adorno

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Era un noche fría pero cálida, la nieve caía cubriendo todo a su paso, niños corriendo de aquí para allá, personas buscando regalos de último momento o familias comprando uno que otro adorno.

El joven Black se encontraba tranquilamente en una pastelería viendo cómo el atardecer estaba dando paso a la noche.

Cuando recibió su pedido y salió del local, camino tranquilamente por las calles que se llevaban cada vez más de nieve.

Cuando el azabache llegó a su hogar abrió la puerta con tranquilidad mientras dejaba su abrigo en el perchero mientras anunciaba su llegaba.

Mientras se adentraba a la casa y notaba que se encontraba sola, se adentro a la cocina dejando el postre que había comprado.

El joven tan sumidos en sus pensamientos fue perturbado por una nueva presencia en su hogar al escuchar sonidos provenientes de la sala de estar que de ante mano sabía que estaba vacía.

Con cuidado se dirigio al donde se escucho el ruido pero no encontro nada fuera del lugar, suspiro aliviado antes de volver a guardar sus varita.

-Mucho tiempo sin verte joven Black - el azabache menor se sobre salto antes de voltear, tensandose al encontrandose frente a el, a nada más y nada menos que al primogénito eh único hijo de Gellet Grinderwall.

Tom Grinderwall

-Vamos no pongas esa cara ya no muerdo -dijo el azabache mayor mientras se acercaba al menor quien retrocedió en cuanto lo vio acercarse.

-Tu... Tu estabas en Azkaban, como escapaste -dijo el menor temblando volviendo a tomar la varita que había guardado anteriormente.

-El como escape no es lo importante ahora, lo que importa ahora es que necesito que me ayudes, verás tu madre fue un gran fondo de ingresos en su tiempo, pero como verás ella ahora no está disponible y no creo que algun otro black me quiera ayudar.

-Pues yo no pienso ayudarte tampoco -respondio viendo con repudio al alfa frente a el antes de que esté se soltará a reír.

-Esperaba que dijeras eso -termino de reír volviendo su rostro a uno más serio -Pero si no coperas creme que yo no seré tan amable como Abraxas, yo no te enviaré una carta escrita con tinta -dijo el mortífago quedando a pocos pasos de distancia.

An imperfect omega Donde viven las historias. Descúbrelo ahora