𝐔𝐍 𝐂𝐇𝐈𝐂𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐄𝐍𝐓𝐄𝐒 | AldoGeo•

Capitulo|6 ( ⁴/⁴ )

Sᥙsto dᥱ mᥙᥱrtᥱ
Parte 2

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La habitación se iluminó con la luz del sol. Y a mis ojos dio directamente. Abrí los ojos con lentitud y me senté en la cama, mientras tallaba mis ojos.

Mire extrañada la habitación, ¿donde estaba aldo?. Me levante de la cama y ahí fue caundo la vi. Una mujer ya vieja, con un libro en mano. Tenía su cabello cortado por los hombros y lleno de canas, con unos lentes de contorno azul.

Ella levantó su mirada y tenía un semblante serio muy aterrador a mi parecer. — Tu novio ese, dijo que no te levantarás.— su voz era gruñona y chillona. Bueno así la podía oír.

Levante la ceja y le miré extrañada. No sabai que alguien más se encontraba en la habitación. Me volví a sentar en la cama y busqué mi teléfono por algun lado, de la cama o la mesa de noche. cuando ya no lo encontré me recosté rendida.

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Estaba aburrida, aldo no regresaba. Y la doña estaban murando la teléfono que había en la habitación. Así que como toda jna mexicana me senté en la cama y mure a la señora con antencion.

La doña, se volteó a mirarame, entre cerro los ojos mi siguió mi guerra de miradas entres si. De repente ella tuvo que parpadear y con rapidez levante los brazos y grite " Victoria" . La señora negó repetidas veces y luego me miró.

— Mhn..— dijo con irritación.— Solo tuviste suerte— se cruzó de brazos y solté una risita.

— Debe ser aburrido estar un hospital, cuanto lleva aquí, señora?— pregunté, recsrgnfome en mis piernas estaba completamente bien, así que podía estar en cualquier posición.

— Y eso a ti que te importa. — rodó los ojos evita do la pregunta.

— Me importa por que estoy aburrida y deseo saber de usted— respondió con jna sonrisa, ella negó divertida. mientras se paraba y se sentaban en l sofá aun lado de su cama.— Entonces...?— insistí.

— Pero que niña tan molesta— susurro y volvio a mirarme— Llevo dos meses aquí.— fijo con su voz aun loseta y su semblante ya irritado.

— ¿Dos meses?— cuestione de nuevo— Eso es demaciado para usted, no eh visto que tenga visitas. ¿Vendran más al rato?— ella bajo su mirada, susurro y dejo a un alfo su libro.

— Mi esposo murió hace algunos, mis hijos no vienen y no quieren visitarme. — dijo parecia molesta pero a la ves decepcionada.— Tu eres suertuda. El muchacho no durmió para nada, te cuido como un perrito faldero—dijo y sonreí, me baje de la cama y camine asia la de señora y me senté en la cama frente a ella.

— Es solo mi amigo.— dije y ella me miró extrañada cuando me senté en su cama— Pero dígame, ¿Cuál es su nombre?— pregunté y ella rodó los ojos.

— Narcisa Martinez— respondió y sonreí. Pose mi mano en mi pecho, ella no paraba de mirarme de arriba asia abajo. parecía que jamás había visto a una persona.— ¿Y el tuyo, mocosa?— levantó la ceja y sonreí.

— _____ palacios.— conteste y ella. Se sentó mejor para estar frente a mí.— ¿Que esta leyendo?— pregunté de nuevo.

La canosa se dio la media vuelta y tomó su libro, Orgullo y Prejuicio. mi libro favorito, sonreí ante como me mostró el libro y lo tome por un segundo.