Capítulo 29

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***
Liliana:

Me encontraba en medio de una sesión de fotos con unos productores de música.

-¿No conoces a nadie que quiera convertirse en músico de la noche a la mañana? -preguntó uno de los hombres. Unos minutos antes, me habían estado contando cómo lograron cumplir su sueño de tener una disquera mientras yo capturaba los momentos con mi cámara. -Estamos buscando artistas nuevos.

-Sí -respondí rápidamente-. De hecho, tengo una amiga que tiene muchísimo talento. Si quieren, puedo mostrarles algunos videos.

-Nos encantaría -dijo el otro, mostrando interés.

Me dirigí a mi ordenador y comencé a reproducir algunos de los videos que tenía guardados. Los hombres frente a mí se quedaron boquiabiertos al escuchar la voz de mi amiga.

-Debes llamarla; necesitamos contratarla. Tiene un gran potencial -dijo el productor castaño, fascinado.

Al escuchar esas palabras, una chispa encendió algo dentro de mí. Casi automáticamente, tomé mi móvil. Al encenderlo, me di cuenta de que tenía varias llamadas perdidas, entre ellas las de los familiares de Nerys, Alba e incluso Thorian.

Me sentí extraña al ver la pantalla, pero decidí buscar el número de mi amiga y llamarla; sin embargo, su teléfono estaba apagado.

Una sensación inquietante me invadió el pecho y decidí tocar el primer número en mis llamadas perdidas.

-¿Nerys está contigo? -preguntó Thorian con desesperación al otro lado de la línea.

-No, ¿no iba a salir contigo hoy? -pregunté confundida mientras un nudo se formaba en mi garganta.

-Eso creíamos, pero su familia no sabe nada de ella desde anoche. Estoy en su casa y no sé qué hacer. ¿Sabes algo? ¿A dónde pudo ir? -dijo, su voz temblando y haciéndome sentir un escalofrío por todo el cuerpo.

Lo primero que cruzó por mi mente fue:

-Theron... -susurré con los ojos llenos de lágrimas, notando la preocupación en los rostros de los productores-. Está cumpliendo su amenaza.

-¿Está todo bien? -preguntó uno de ellos, mirándome con inquietud.

-¿Puedes venir a casa de Nerys? -insistió Thorian desde la línea, su urgencia palpable.

-Estaré allí enseguida -anuncié antes de colgar, sintiendo cómo la adrenalina comenzaba a fluir en mis venas.

Volteo hacia mis clientes para explicarles la situación.

-Lamento mucho lo que está ocurriendo, pero vamos a tener que posponer esta sección para otro día. La chica de la que les hablé ha desaparecido y necesito llegar a su casa lo antes posible -comunico, nerviosa, mientras recojo mis cosas.

-Tranquila, no te preocupes. ¿Necesitas ayuda para llegar? Podemos pedirle a Gavril que te lleve -dice el chico de cabello castaño.

-Eso sería perfecto, muchas gracias.

Termino de recoger mis pertenencias y me dirijo hacia el estacionamiento. Allí me encuentro con el chico que se encargará de transportarme.

Es alto, con cabello castaño claro y unos ojos que brillan como luceros azules. No tengo tiempo para fijarme en más detalles; apenas me acerco, abre la puerta trasera y subo al auto.

Miro por el espejo retrovisor y le doy las indicaciones para llegar. Luego busco mi celular y llamo a Thorian.

-¿Han sabido algo? -pregunto ansiosa y nerviosa en cuanto responde.

-Nada. Siento que en cualquier momento voy a explotar -dice, y puedo percibir el miedo en su voz.

-Trata de calmarte -le digo, más para mí misma que para él-. ¿No sabes a dónde podría haber ido? ¿Algún lugar donde se hayan encontrado antes?

-Ya fui al parque, a la cabaña, recorrí las calles. No hay rastro de ella -habla desesperado-. Siento que es mi culpa; debí esperar a que entrara antes de irme. Soy un estúpido -sus palabras están cargadas de culpa y dolor.

-No es tu culpa -digo con firmeza, tratando de contener las lágrimas que amenazan con brotar en mis ojos.

Miro por la ventana del auto, impaciente por llegar.

-¿Falta mucho? -pregunto al chico, la ansiedad está apretando mi pecho.

-Ya estamos llegando -responde, y su voz me sorprende. Es ronca, varonil e hipnótica; un tono que me atrapa.

-Casi llego -informe a través de la línea, reconociendo las calles mientras trato de recuperarme del asombro.

-Está bien, Liliana. Estoy afuera de la casa; los demás están dentro -informa él.

-Ya te veo -digo mientras el auto gira. Apenas se detiene, agradezco sin esperar respuesta y salgo corriendo hacia Thorian.

Al ver su rostro angustiado, lo único que puedo hacer es abrazarlo con fuerza.

Las lágrimas que había estado conteniendo brotan de mis ojos como una cascada desbordada.

Él intenta calmarme, pero las gotas saladas también comienzan a formarse en sus ojos.

Entro a la casa con él detrás y me dedico a abrazar y observar a todos. Apenas distingo a Bethan en el suelo moviendo la cola; lo alzo en mis brazos intentando encontrar consuelo.

-¿Han...? -intento preguntar, pero las miradas de todos responden por mí.

La casa se siente como un desierto desolado a pesar de que hay personas en ella. Incluso Bethan parece entender la gravedad de la situación y su tristeza es palpable.

Dejo caer mis pertenencias intentando relajarme un poco, pero el peso de lo que está sucediendo hace que mi mente quiera estallar.

El reloj avanza rápidamente. Mis nervios están al límite. Gemma se encarga de prepararme un té para calmarme.

La amenaza de Theron sigue girando en mi cabeza, cada vez más aterradora. Decido no compartir mis pensamientos; podrían ser solo ideas mías.

Los padres de Nerys parecen dos almas en pena; ver su preocupación me rompe el corazón.

Alba y Kai se acercan y me abrazan. Siento que mi cuerpo se debilita bajo el peso del miedo. Mi corazón late con fuerza en mis oídos; temo desmayarme en cualquier momento.

Lo peor es que tengo miedo de que mi corazonada sea cierta y que cualquier palabra mía pueda dañar a Nerys.

Buscando aire fresco, salgo al jardín trasero. Los chicos me siguen. Me siento en una de las sillas del patio y ellos se sientan conmigo.

-Liliana, ¿no tienes ni la más mínima idea de dónde pueda estar? -Thorian me mira con desesperación, mientras Alba parece intentar leer mis pensamientos con su mirada intensa.

Justo entonces, mi teléfono suena con un número oculto y mis manos comienzan a temblar.

Les hago una señal a los chicos para que guarden silencio e intento contestar rápidamente.

-Hola amor... lamento tener que darte esta noticia... si quieres a tu amiguita de vuelta, tendrás que venir por ella... -es lo primero que escucho al responder la llamada y todo mi cuerpo se paraliza.

***
Nota de la autora:

Hola. ¿Cómo están?

Mis destinados, espero que el capítulo les haya gustado.

Los amo mucho.

¿Qué piensan?

¿Qué opinan?

No se olviden de dejarme sus comentarios y botar.

Un gran beso entre acordes:

MUAAAA<3.

Acordes del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora