Capítulo 11

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Nerys:

Despertar rodeada de máquinas no es lo mejor del mundo y más cuando no paran de hacer que los sonidos se sienten como taladros en mis tímpanos.

La luz banca del techo me ciega por completo dejándome perdida. Mi mente me trae a la realidad haciéndome recordar todo lo sucedido antes de que perdiera la conciencia.

<<Estoy en el hospital>>

<<¿Qué hago aquí?>>

El médico entra a la habitación con su característica bata blanca, como un faro de esperanza que lo distingue del resto del personal.

-Nerys, ¿cómo te sientes? -pregunta el doctor García, mientras revisa unos papeles en su mano.

-Me siento algo mareada y muy cansada. ¿Podría llamar a Kai? Necesito hablar con él -digo, incorporándome en la camilla del hospital, sintiendo que el entorno me absorbe con incertidumbre.

-Antes de eso, debo comentarle los resultados de los exámenes que le realizamos hace unas horas -responde, sin dejar de observar los documentos-. Después de revisar sus análisis de sangre, puedo decirle que todo está en orden.

-¿Y eso significa que no hay nada grave? -pregunto, intentando sonar despreocupada, aunque una sombra de inquietud se asoma en mi voz como un susurro inquieto.

-Exactamente. Tu desmayo se debió principalmente a la mala alimentación que has estado llevando. Nerys, ¿hay algo más que le preocupe? ¿Por qué no está comiendo bien? -su tono es firme pero comprensivo.

-He tenido problemas con los horarios... -respondo, apartando la mirada. La verdad es que solo quiero salir de aquí y respirar aire fresco.

-Es importante que trates de regular tu alimentación. Jugar con eso puede ser peligroso, puedes desarrollar otros problemas de salud -me advierte con seriedad, sus palabras resonando en mi mente como un eco persistente.

-Lo entiendo. Gracias por explicármelo. ¿Podría llamar a Kai ahora? -interrumpo, sintiendo a la urgencia apoderarse de mí.

-Está bien. Solo un momento. Por cierto, en breve la policía la llevará a la comisaría para tomar tu declaración -dice mientras se dirige a la puerta cansado, como si llevase el peso del mundo sobre sus hombros.

-¿Doctor, cuándo podré irme? -le pregunto, sintiendo cómo el ambiente del hospital me agobia cada vez más, como si las paredes estuvieran cerrándose a mi alrededor.

-En unos minutos le darán de alta. Solo asegúrese de seguir las indicaciones sobre su alimentación al pie de la letra -informa antes de salir de mi campo de visión.

***

Me entretuve unos minutos mirando la desolada habitación mientras las escandalosas máquinas taladraban mis oídos. Las blancas paredes provocaban que el lugar se viera con más claridad. Había una ventana de la cual no me había percatado, ya estaba pensado en salir por ella cuando vi que estaba en la planta baja cuando Kai y mi tía entran a la habitación.

-¡Despertaste! -gritó mi tía emocionada.

-Shhh -dije tapando mis oídos. Acabo de descubrir que es peor que el sonido de las máquinas a mi alrededor, los gritos de mi tía.

Kai llegó a mi y me abrazó por el lado, mientras se sentaba en la camilla, por otro lado mi tía casi salta sobre nosotros.

-¿Estás bien? -susurra en mi oído a lo que yo asiento. -El doctor dijo que pronto te darán de alta.

-Estoy bien solo un poco cansada -menti porque en realidad estaba muy cansada.

-La chica embarazada me dijo que te diera las gracias por lo que hiciste -me informa a lo que yo vuelvo a asentir.

Acordes del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora