Capítulo 36

82 16 3
                                    

***
~Cinco meses después~

Nerys:

Estos últimos meses han sido como una montaña rusa de emociones, con altibajos que me han dejado sin aliento. El inicio de mi carrera no ha sido fácil. Actualmente, tengo 75k seguidores en Instagram y muchos más en otras redes sociales. Cada nuevo seguidor es como una estrella que ilumina mi camino.

Gracias a las secciones de terapia, he logrado superar las críticas que antes me asfixiaban y mis problemas de autoestima. Estuve perdida en un laberinto de emociones, pero por suerte, he encontrado la salida y he emergido como el ave fénix.

Thorian, al igual que yo, ha sanado sus heridas. En su carrera como pintor le va de maravilla. Ha vendido muchos cuadros, aunque guarda la mayoría para sí mismo, como si fueran tesoros, y en oarte lo son.

La vida de Liliana ha dado un giro brillante desde que encerraron a Theron. Ahora tiene su propio estudio fotográfico en el centro de la ciudad, un sueño hecho realidad gracias a nuestro apoyo, a su hermano y a su nuevo novio Gavriel, quien ha sido su faro entre tanta niebla.

Alba, apoyada por Dorian, ha resuelto sus problemas familiares con sus padres. Ha logrado equilibrar sus estudios universitarios con su trabajo como manager, llevando mi agenda y la de Thorian con la precisión de un reloj suizo.

Mi mejor amigo ha convertido su heladería en un lugar famoso y bullicioso, atrayendo a nuevos clientes como imanes y obligándose a contratar más personal.

Por lo que también tuve que mudarme ya que mi casa quedaba justo en frente del lugar y además necesitaba estar cerca de la universidad.

Mi nueva casa era mucho más grande que la anterior. La compre gracias a todo lo que había logrado.

Mis padres tomaron la decisión de darme independencia y ellos vendieron la casa para comparar una no muy lejos de donde vivía.

Le había pedido a Thorian que se mudase conmigo ya que la casa era muy grande y así el no tenía que pagar el alquiler de su departamento y juntos pondríamos seguir ayudando al orfanato.

Bethan ha crecido tanto que ya no cabe en mis manos. Es increíble ver cuánto hemos evolucionado en tan solo cinco meses.

Mi relación con Thorian avanza constantemente, aunque aún no hemos definido lo que somos. Justo eso es lo que ocupa mis pensamientos una y otra vez, como un disco rayado.

Ahora estoy en el cierre de la gira de uno de mis conciertos. En unas pocas horas tendré que cantar frente a todo mi público.

Los nervios me recorren el cuerpo como una corriente eléctrica, pero también estoy feliz. Han sido largos meses de gira que han dejado huellas imborrables.

Mis amigos se encuentran en la zona VIP del concierto, apoyándome con sus sonrisas brillantes.

Mi familia está llena de orgullo por lo que he logrado. Mi madre no deja de contarle a sus amigas que su hija se ha vuelto famosa. Incluso todos han felicitado a mi padre en su trabajo por mi carrera.

Mi tía no podría estar más feliz. Siempre me dice que todo se logra en esta vida sin rendirse y disfrutando cada instante: cada día, cada minuto y cada segundo en el que hacemos lo que amamos.

—¿Estás lista? —pregunta Alba a mi lado, mientras revisa su teléfono una y otra vez como si el tiempo pudiera acelerarse con un simple toque —. ¡Sales en cinco minutos!

—Estoy más que preparada —respondo, sonriendo como si el nerviosismo fuera un viejo amigo al que he aprendido a abrazar.

La chica frente a mí termina de retocar mi maquillaje, dándole los últimos toques como un artista que da vida a su obra maestra, antes de retirarse.

Acordes del destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora