Acordes del destino.

Capítulo 17

***
~Una semana después~

Nerys:

Me encontraba en mi habitación, dedicando tiempo a limpiar la guitarra que había permanecido guardada en el ático durante años. Dejándome llevar por la curiosidad, decidí bajar para comprobar si aún era utilizable, encontrándola cubierta de telarañas y polvo.

Después de terminar de limpiarla, noté que algunas cuerdas estaban un poco desgastadas, pero aún cumplían su función. En ese momento, un golpe en la puerta interrumpió mi tarea y despertó a Bethan.

–¡Nerys, la cena está lista! –anunció mi madre al abrir la puerta de mi habitación.

–Está bien, mamá. Bajaré enseguida –respondí dejando la guitarra sobre la cama.

–Has rescatado a Destini –mencionó mi madre, recordándome el nombre que le había dado a la guitarra cuando solo tenía 6 años.

–Quería ver si aún podía usarla, pero necesitaré comprar cuerdas nuevas, estas ya no funcionan –le expliqué.

Al notar mi atuendo, mi madre preguntó:

–¿Tienes planes de salir? –mientras acariciaba al cachorro que sostenía en brazos.

–Quedé en ir al departamento de Liliana con las chicas y Kai –informé.

–¿Cómo está el hermano de Liliana? –preguntó preocupada.

–Por suerte ya despertó y se está recuperando. Los médicos dicen que todo va bien –respondí. Mi madre asintió con la cabeza y su mirada se perdió en sus pensamientos por un instante.

–¿Todo bien, mamá? –pregunté al darme cuenta de su expresión distante. Ella me miró, depositó a Bethan en el suelo y se acercó para acomodar mi cabello.

–Todo bien, cariño, no te preocupes –me tranquilizó antes de dejarme un beso en la coronilla y salir de la habitación cerrando la puerta tras de sí.

Suspiré y aseguré la puerta antes de dirigirme a mi armario en busca de una caja oculta entre la ropa. Al abrirla, saqué el cuaderno que guardaba en su interior.

___

–No llegues tarde –grita mi padre antes de que cruce la puerta y me dirijo a mi heladería favorita.

–Sí, papá. Cuiden a Bethan –grito antes de cerrar la puerta detrás de mí.

Al entrar al lugar, observo cómo todo está perfectamente acomodado para cerrar.

–Nerys, –habla saliendo de detrás de la barra y me sorprende ver a alguien salir detrás de él.

Al verle mi corazón se desboca instantáneamente. Mi respiración se paraliza y misdedos comienzan a juguetear.

–Hola, Nerys.

–Hola, Thorian. ¿Qué haces aquí? –pregunté desconcertada.

–Le pedí ayuda para un encargo que hicieron esta tarde y nos quedamos conversando –informa Kai a mi lado mientras me abraza y deja un beso sobre mi cabello.