Por ahora está en correción ya que tiene muchos errores ortográficos ('-﹏-';)
En el pasado nos enamoramos a pesar de que era prohibido pero eso no nos impidió amor pero no permitieron que fuéramos felices y prometimos volver a reencontrarnos...
Al fin ( ꈍᴗꈍ) corregir esto espero que les guste ahora sin más que decir me voy rodando a mi cama como una papa(─.─||)
Seis reinos y una profecía
♥️❤️♥️❤️
En el espacio, un lugar tan vasto que guarda maravillas difíciles de imaginar -algunas casi increíbles y otras más cercanas a nuestra comprensión- se ocultan secretos tan profundos como las galaxias que lo conforman. A pesar de su misterio, no pierde su belleza ni su silenciosa grandeza.
Allí existen planetas, grandes y pequeños, cada uno con una función especial dentro de su sistema; estrellas que iluminan los caminos y vigilan los sueños; constelaciones que, en silencio, protegen desde la distancia. Todo tiene un papel fundamental, cumpliendo su deber para mantener la armonía.
Y, claro, no puedo olvidar a la Luna, tan brillante y serena, que marca la paz entre los astros y protege con su luz. Ni al Sol, la estrella inmensa cuyo resplandor otorga calor y vida a todo lo que lo necesita.
En ese vasto e increíble espacio existían varios reinos: algunos ocultos y otros visibles, todos destinados a mantener el orden y el equilibrio. Aquellos reinos eran gobernados por reinas que en realidad eran diosas. Tres de ellas, pese a su divinidad, habían entregado su corazón a simples mortales -caballeros y un príncipe-, relaciones que fueron aceptadas siempre que el equilibrio de sus mundos se preservara. El respeto y la admiración hacia ellas y sus compañeros eran profundos: gobernaban con bondad y cuidaban de sus pueblos, velando porque la armonía reinara en todo momento.
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El Primer Reino
En la pureza y el resplandor del satélite natural llamado Luna, se encontraba un reino magnífico: un lugar luminoso y sereno cuya luz llenaba de calma a quien lo visitara. Era conocido como el Milenio de Plata.
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Este reino era gobernado por la Reina Serenity, venerada como la diosa Selene. Una mujer de belleza inigualable: alta y refinada, de largos cabellos plateados que brillaban como la plata misma, piel blanca y suave, y ojos gris-azulados que reflejaban serenidad. En su frente resplandecía una media luna, símbolo de su linaje. Siempre vestía un elegante vestido blanco, emblema de pureza y calma. Aunque amable y justa, se mostraba seria y reflexiva cuando se trataba de asuntos de gran importancia.
Además de proteger a su pueblo, su deber sagrado era custodiar el Cristal de Plata, un diamante resplandeciente capaz de iluminar y bendecir los lugares más oscuros. Ese cristal poseía un poder inconmensurable que solo los herederos de la Luna podían manejar; en las manos equivocadas, sería una amenaza para todo el sistema. Por ello, la Reina lo resguardaba siempre en su cetro lunar.