Por ahora está en correción ya que tiene muchos errores ortográficos ('-﹏-';)
En el pasado nos enamoramos a pesar de que era prohibido pero eso no nos impidió amor pero no permitieron que fuéramos felices y prometimos volver a reencontrarnos...
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-¡¿Qué?! -gritó Alma, llamando la atención de todos a su alrededor. Algunos los miraron con extrañeza, pero pronto volvieron a lo suyo, ignorándolos.
-Alma... -murmuró Darien, mientras ella volvía a sentarse, intentando recuperar la compostura. Su expresión se volvió seria de inmediato.
-Entonces dices que, en tus sueños, se te reveló... ¿esa chica extraña te dijo que buscaras los cristales? Que eso te ayudaría a recordar todo y entender por qué los sueños -dijo Alma con firmeza
Darien asintió levemente. -Son cuatro cristales. Cuando se unan... podrían ayudarme. Al menos, eso es lo que entendí en mis sueños.
Alma lo miró fijamente, analizándolo. Aquello sonaba a locura, pero conocía bien a Darien: no era de los que inventaban cosas sin razón. Él tomó un sorbo de su malteada de chocolate antes de continuar.
-Entonces... ¿los vas a buscar? -preguntó Alma.
-Sí. Si eso me lleva a una respuesta, debo hacerlo -respondió con sinceridad.
-Mmm... ¿y cómo piensas lograrlo? -replicó ella, arqueando una ceja-. Hay miles de joyas preciosas... además de la seguridad que las rodea.
-Alma... ya que a ti te gusta diseñar... ¿me ayudarías? -pidió Darien, sorprendiendo a la chica.
Ella lo miró en silencio unos segundos, para luego sonreír con suavidad.
-Entiendo... -dijo finalmente Alma.
Darien asintió, y esa pequeña complicidad los envolvió. Alma rió levemente, como si en el fondo ya supiera que algo de adrenalina se acercaba en su vida algo que le cambiaría su vida para siempre.
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En el cuartel general, Eradi permanecía serio mientras esperaba que llegaran Mina y Artemis. Mientras tanto, Luna, Dereck y Meluna estaban en silencio... bueno, casi. La mapache se mostraba inquieta y comenzó a mover algunas cosas.