Capítulo 18:

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Cuando ambos se habían corrido sonó el timbre.

  - Ya voy yo, tú límpiate el culo - le dijo Blas a Rubén.

  - Límpiamelo tú - dijo Rubén mientras le sonreía a Blas - un lametón rápido va.-

Blas se puso de rodillas e hizo caso a las órdenes de Rubén, le lamió el culo y a Rubén se le volvió a empalmar.

  - Voy a ver quién es, tú ves saliendo, te quiero follar como un perro en la cocina.- Le dijo Blas mientras se enrollaba en una toalla.

Rubén salió de la ducha y escuchó una pequeña discusión, como era un cotilla y quería poner oreja, se asomó al pasillo a escuchar la conversación. 

  - Paula, márchate - dijo Blas.

  - Pero si me llamaste para que viniera - 

  - Yo no te llamé en ningún momento, no te inventes nada. -

  - Si no fuiste tú, ¿quién fue? - Dijo Paula indignada - mírame a la cara y dime que no quieres follarme, dime que no te gusto aquel polvo en la cama de tu madre, ¡Dímela!-

Blas miró a Paula sin decir ni una palabra, cuando de repente escucho a alguien.

  - ¿Sabes quién quería follarte Paula? ¡Yo!, y me engañaste, ¿no estabas lista verdad? Puta perra -

Se giraron y ahí estaba Diego. Él muy alterado saco su AK-47 y apuntó a Paula.

  - Diego, por favor, cálmate -

  - ¿Que me calme? Como puedes ser tan guarra hija de puta -

  - ¡¿Pero tú qué te crees?! ¡¿Que soy tonta?! Llevas meses metiéndole la polla a Iker y ahora ¿la guarra soy yo? -

  - ¿Y si discutís fuera? - añadió Blas a la conversación 

Diego se enfadó tanto por la interrupción de Blas que le apuntó, y sin siquiera pensarlo, apretó el gatillo.

RUBÉN Y BLAS: UN SECRETO FAMILIARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora