Capítulo 25

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Pasaron varias semanas. Rubén seguía inquieto ante la conversación (si es que se le podía llamar así) que tuvo con Diego.

La policía había abierto un caso sobre el asesinato de Paula, pero no encontraban nada. Nos interrogaron a todos e incluso a Diego. Pero no sacaban nada de nadie. Realmente nadie sabía qué había pasado con ella, solo Diego y Rubén.

Técnicamente, ya estaba todo zanjado con ellos, pero esa misma mañana le llego una llamada a Rubén. Era Diego de nuevo.

  - Rubén, no digas nada, solo voy a hablar yo - aviso Diego - escúchame bien, me pienso cargar tu vida igual que tú has hecho conmigo. Me da igual que digas que nadie sabe que soy yo, seguro que no tardan mucho en darse cuenta. Pero no soy mala persona, te doy tiempo para huir. Estás avisado, no te joderé yo personalmente, huye o quédate y ya se verá que pasa contigo. Ah, pero antes de irte en caso de que lo vayas a hacer págame. Sigo esperando la pasta.-

Justo ahí Diego colgó el teléfono. Rubén no le dio gran importancia, creía que Diego no iba a hacer nada, simplemente quería el dinero y que se fuera para hacerle quedar de sospechoso. Pero no, no se pensaba ir.

Ahora la vida le iba bien. Su romance secreto con Blas funcionaba, nadie le daba inseguridad y estaba libre del caso de Paula. No iba a huir.

RUBÉN Y BLAS: UN SECRETO FAMILIARDonde viven las historias. Descúbrelo ahora