Anahí se sentía mejor. La fiesta la había animado, y había disfrutado mucho de la compañía de familia y amigos. Y las atenciones que la prodigaba Alfonso eran una maravilla.
Se sentía como si hubiera ido a cien durante tanto tiempo que tenía miedo a quemarse. Después de hablarlo con él, Alfonso estuvo de acuerdo en que le vendría bien pasar un tiempo en el rancho de su familia, sobre todo porque eso significaba que no iba a estar trabajando.
Tras bajar las maletas de Anahí, sonrió a su tía Hannah, que lo envolvió en un enorme abrazo.
-¿Cuándo vendrás a visitarnos?- le preguntó, mientras él metía las maletas en el coche.
-En un par de semanas. Es tan extraño ver que todo va tan bien, que estoy esperando a que ocurra algo de un momento a otro.
Ella le apretó el brazo, diciendo:
-En cuanto puedas escaparte, ven. Nos encantará tener a toda la familia junta.
Anahí se unió a ellos en el coche y colocó su portátil y una bolsa en el maletero. Acercándose a su esposo, lo abrazó y lo besó.
-Te voy a echar mucho de menos.
-Y yo a ti. Iré tan pronto como pueda.
-Más te vale.Cuando Anahí se alejó con su tía, se iba enjugado las lágrimas.
-Oye, ¿y esas lágrimas?- le preguntó Hannah.
-¿No te alegras de pasar un tiempo con nosotros?Asintiendo con la cabeza, Anahí dijo:
-Claro que sí, tía. Pero estos últimos meses, mis hormonas están a cien. Ni siquiera puedo ver anuncios en la tele.
Hannah se rió.
-Tu madre era igual. Cuando estaba embarazada de tus hermanos, durante la Navidad no podía entrar a una tienda en la que pusieran villancicos sin echarse a llorar.Anahí sonrió. Aunque había crecido sin una madre, su tía Hannah siempre había estado allí, y cuando necesitaba consejo materno, ella siempre le asesoraba bien.
Anahí cogió el móvil y escribió a Alfonso.
Ya te estoy echando de menos.
Unos momentos más tarde, él respondió.
Yo también. Te quiero, kotyonok.
Yo también te quiero, esposo.Anahí dejó el teléfono y sonrió. Si cuando estaba en la universidad alguien le hubiera preguntado cuáles eran sus objetivos para los próximos cinco años, jamás habría dicho casada y embarazada, pero cuanto más tiempo pasaba con Alfonso, más le gustaba todo sobre él. Y no concebía su vida de otra manera.
Mientras su tía conducía, Anahí hizo un esfuerzo para seguir la conversación, pero se sentía muy somnolienta. Se despertó con un brinco cuando el coche dio una sacudida. Al abrir los ojos, vio que ya estaban en la carretera privada del rancho.
-Buenos días, dormilona- dijo Hannah, y Anahí se incorporó y se frotó los ojos.
-¿He dormido todo el viaje?
Su tía asintió y respondió:
-Sí. Pero no te preocupes, para cuando me he dado cuenta ya habíamos recorrido 60 kilómetros.
-Estaba muy cansada.
-Por supuesto, querida. Eso es lo que pasa con los niños.
Anahí se agarró a la manija de la puerta cuando su tía pasó por otro bache.
-Esta carretera cada vez está peor. Tu padre ha prometido repararla algún día, pero sospecho que serán tus hermanos los que lo acaben haciendo.
-¿Está bien papá?- Preguntó Anahí, preocupada.
-Claro que sí, cariño. Todos lo estamos, pero tu padre es tu padre y, a pesar de su edad, aún se resiste a delegar, lo que a menudo significa que el trabajo se queda sin hacer, a no ser que alguien le escuche cuando habla de ello.
Riendo, Anahí hizo una mueca cuando pasaron por otro bache.Después de 30 minutos de ir por aquella carretera, no sabía qué iba a acabar peor, su cuerpo o el chásis del vehículo. Tendría que decirle a Alfonso que no trajera el coche deportivo, o correría el riesgo de dañar la alineación de las ruedas y, muy probablemente, la carrocería.
Al pasar por la verja con el letrero del Rancho Puente, Hannah hizo sonar el cláxon, y rodeó el granero y las cabañas de invitados que salpicaban la propiedad. Con cuatro hermanos casados y con sus propias familias, los padres de Anahí habían esperado que todos se quedaran en el rancho. Tres de los cinco hijos decidieron permanecer en la propiedad, y trabajaban juntos para mantener el negocio a flote.
El hermano más joven, que tenía un año más que Anahí, había ingresado en el ejército. Anahí era la única que había ido a la universidad y, si no hubiera conocido a Alfonso, lo más seguro era que también hubiese regresado al rancho.
Tras salir del coche, estiró las piernas y osciló de adelante a atrás sobre sus pies. Tuvo que admitir que Alfonso tenía razón, que si hubiese conducido ella, el viaje habría sido un desastre.
Al oír unas voces, se dio la vuelta y vio a su padre y a su tío saliendo del granero y acercándose para darle la bienvenida. Su padre la envolvió en un fuerte abrazo.-Te he echado de menos, corazón. No vives tan lejos, no esperes tanto para visitarnos.
-Lo sé, papá, pero estoy aquí.
-Deja de acaparar a mi sobrina- ordenó su tío Max, y su padre se separó a regañadientes para que pudiera abrazarla.
-¡Tío Max! ¿Qué le ha pasado a tu pelo?- preguntó, al darse cuenta de que su cabellera había desaparecido. Alternando la mirada entre los dos hombres, los miró confundida, y su padre lanzó una risotada mientras su tío se ponía colorado.Con los brazos cruzados, Max fulminó con la mirada a su hermano, que continuaba riéndose. Entre risas y sollozos, Bill Puente consiguió hablar.
-Tu tío se quedó dormido y los críos decidieron cortarle el pelo. Aún no sabemos quiénes fueron, pero para cuando se despertó, ya estaba hecho un desastre.
Tras quitarse el sombrero, Max se frotó la cabeza.
-Hannah pensó que lo mejor era afeitarme toda la cabeza, y ahora todos me dicen que me va a salir completamente blanco.
Poniéndose de puntillas, Anahí le frotó la calva con afecto.
-Pues a mí me gusta. No sabía que había un rostro tan apuesto debajo de todo ese pelo.
-¿Eso crees?
-Por supuesto.
-Eh- les interrumpió su padre. -Somos gemelos.Enlazando sus brazos con los de ella, Max se dispuso a escoltar a Anahí hasta una de las cabañas, y gritó por encima de su hombro:
-Sí, pero yo soy más guapo.
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La Familia Del Millonario | Anahí y Alfonso Herrera |
RomanceSexto y último libro de la saga "El millonario Herrera" de Leona Lee Libro #1 Una virgen para el millonario Libro #2 La amante inocente del millonario Libro #3 La Novia Del Millonario Libro #4 La prometida del millonario Libro #5 La esposa del mill...