Pasaron varias horas antes de que el helicóptero pudiese aterrizar en el rancho. Tras posarse junto al granero, Ivan salió de él seguido de otro hombre. Miró a su alrededor y vio a Alfonso, y se acercó hacia él.
Ivan extendió una mano para estrechársela, pero Alfonso tiró de ella y le dio un abrazo.
-Niñas, Ivan. Tengo dos niñas.
-Enhorabuena, jefe. ¿Cómo están todas?
-Muy bien-. Alfonso se dio la vuelta y reconoció al obstetra de Anahí.
Tendiéndole la mano, dijo: -Gracias por venir.
-No me lo perdería por nada del mundo- contestó el médico.
-¿Dónde están?Al entrar en la cabaña, Alfonso presentó a los dos hombres a la concurrida sala. Se acercaron al dormitorio y llamó delicadamente, antes de entrar con el médico. Junto a la cama, el obstetra se presentó al doctor Waverly y a Hannah antes de examinar a Anahí y a los bebés.
-¿No ha cortado los cordones umbilicales?- preguntó.
Sacudiendo la cabeza, Waverly dijo:
-No. He estado leyendo sobre los beneficios para la salud de no cortarlos demasiado pronto. Pensé que, si no llegaba a tiempo, le iba a dejar al padre hacerlo.Asintiendo, el obstetra elogió la decisión del veterinario y abrió un maletín para sacar sus instrumentos. Tras hacer un gesto a Alfonso, éste le siguió al cuarto de baño, donde ambos se lavaron las manos y se pusieron guantes. De vuelta al dormitorio, abrió un envoltorio de plástico y le entregó unas pinzas a Alfonso.
-¿Le gustaría hacer los honores, papá?
Tomando las pinzas, Alfonso siguió las instrucciones del médico y cortó los cordones umbilicales. Una vez hecho, Hannah y el veterinario depositaron a las gemelas en sus cunas mientras el obstetra terminaba con Anahí.
Pasaron varias horas antes de que el médico dejara volar a Anahí y a las bebés, pero estaba impresionado de lo bien que había salido todo, y seguía moviendo la cabeza con incredulidad.
Mientras se preparaban para marchar, una de las sobrinas de Anahí preguntó:
-¿Cómo se llaman?
Anahí miró a Alfonso y este asintió con la cabeza. Con una sonrisa, levantó al bebé que estaba sosteniendo,
-Esta es Anna-, dijo, y, señalando al bebé en brazos de Alfonso,: -Y esa es Katie.
-¿Katie?- preguntó su padre, limpiándose las lágrimas del rostro.
Anahí asintió.
-Dijimos que si teníamos niñas las íbamos a llamar como dos personas muy especiales: la hermana de Alfonso y mamá- dijo Anahí, secándose sus propias lágrimas.
-Es una idea estupenda- añadió su padre, abrazándola.
-Estupenda. Ya era hora de tener a una pequeña Katie correteando por aquí, y también necesitábamos una Anna.Cuando todos hubieron subido al helicóptero, Ivan se quedó para recoger sus cosas y, tan pronto como la carretera estuviese despejada, iba a conducir el coche de Alfonso. Chad se ofreció a devolver el coche más adelante, pero Ivan rehusó amablemente, ya que no había suficiente espacio para todos en el helicóptero.
Se despidió con un gesto cuando el aparato se elevó en el aire, y vio cómo se alejaba en dirección a San José. Dándose la vuelta, regresó a la cabaña y se sorprendió al ver que ya habían limpiado todo y hasta habían cambiado las sábanas.
Un aroma a pollo asado llamó su atención, y se dio cuenta de que tenía mucha hambre. Una de las mujeres entró con una cesta llena de comida, y él comenzó a salivar.
-Imaginé que tendría hambre- le dijo, antes de depositar la cesta sobre la mesa.
Con un gesto de agradecimiento, dejó lo que estaba haciendo y se dispuso a comer.Ivan no pudo viajar hasta la mañana siguiente. Después de prometer enviarles noticias de todos, condujo directamente al hospital y se dirigió al ala infantil. Tras registrarse, estaba caminando hacia la habitación, cuando vio a Alfonso en el pasillo.
Alfonso se dio la vuelta al oír su nombre, y sonrió a su amigo.
-Iba a ver a las niñas- le dijo, y caminaron juntos hasta la sala de bebés. Acercándose al cristal, señaló a las gemelas, y la enfermera les saludó desde dentro.
-¿Cómo está todo el mundo?- preguntó Ivan, felicitando a su jefe una vez más.
-Estupendo. Todo ha ido tan bien que aún estoy esperando que suceda una desgracia.
Dando unas palmaditas a su jefe en la espalda, Ivan dijo:
-A veces las cosas salen bien.Tras decidir no visitar a Anahí, Ivan abandonó el hospital después de transferir todas las cosas del coche de Alfonso, y se fue a casa.
Alfonso entró en la habitación y se detuvo al ver a Anahí amamantando a las niñas. Ella levantó la cabeza y sonrió, y le preguntó por qué había tardado tanto.-He ido a acompañar a Ivan a la salida.
-¿No ha querido vernos?
-Ha visto a las niñas, y luego ha dicho que quería descansar. Seguro que vuelve en un par de días.
Sentándose a su lado, contempló a las tres personas más importantes de su vida.
-¿Has visto lo que hemos hecho?- preguntó, todavía incrédulo.
-Y son perfectas en todos los sentidos. Como tú- añadió, besándola.
Sonriendo, ella dijo:
-Aún estoy en una nube con todo lo que ha pasado. Y estas niñas... son nuestras. ¿Estás preparado para vivir con tres mujeres bajo el mismo techo?
-Si todo va según el plan, pronto tendrán hermanos para protegerlas.
-Me siento muy afortunada- exclamó Anahí, y se inclinó para besarlo. - Te quiero muchísimo, Alfonso.
-Y yo a ti, kotyonok. Más de lo que puedo expresar con palabras.Fin ❤️
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La Familia Del Millonario | Anahí y Alfonso Herrera |
RomanceSexto y último libro de la saga "El millonario Herrera" de Leona Lee Libro #1 Una virgen para el millonario Libro #2 La amante inocente del millonario Libro #3 La Novia Del Millonario Libro #4 La prometida del millonario Libro #5 La esposa del mill...