DESTRUCCIÓN (Shadow And Bone) ★Aleksander Morozova y tú★

II

Narra TN:

Despues del baño, que de hecho fue en la tienda misma, no pude salir y proteste porque no sabía en por qué, Genya y unas dos chicas que entraron con ella le ayudaron, ni que yo solo pudiera darme un baño.

Me dieron un tipo de ropa extravagante sería el término, algo a lo que ellos llamaban Kefkas, me dieron una de color negro.

Me quedaba grande pero por los pantalones...agradecí que no fueran ajustados, así que no me quejaba, a parte si eran de mi talla.

Finalmente cuando estaba "lista" es tuve dando vueltas de lado a lado en la tienda donde habia despertado, Genya seguía a mi lado pero no decia ni una sola palabra, solo me observaba como si nunca antes hubiera visto a otra chica, la curiosidad iluminaba su mirada, entonces le dije:

-¿Tengo algo?

-No, solo me da curiosidad, el General me comentó como apareciste y lo que hiciste ahí dentro.- no entendía a qué se estaba refiriendo, literalmente desperte aquí, ella notó mi confusión y siguió- ¿No sabes lo que pasó?

Cuando negué con la cabeza ella entendió todo y cuando estaba a punto de decir algo, alguien más hablo:

-Caiste del cielo en medio de Noceano, espantaste a los volcra con la luz que salía de ti...¿eres una invocadora del sol?- me gire rápidamente, él...lo ví en el laberinto oscuro, su rostro, sus facciones...su voz...era él, pero...tenía unas cicatrices que se notaba levemente en el rostro, sin embargo ...¿A qué se refería con todo lo que había dicho? ¿Qué eran los volcra? Al notar mi silencio se acercó aún más- Genya puedes retirarte, déjame a solas con nuestra invitada -ella salió rápidamente, no sin antes hacer una pequeña reverencia, para acto seguido dejarnos a solas.

Por un largo tiempo nos quedamos mirándonos fijamente el uno al otro a unos dos pasos de distancia, ninguna desviaba la mirada, solo había silencio, no era ni se sentía para nada incómodo, era un silencio tranquilo junto a un duelo de miradas, miradas que se atacaban el uno al otro debatiendo internamente para saber quién tenía el control y el mayor poder, note que llevaba una Kefka igual a la mía, negra...el negro era su color.

Confirme que era una de las suyas porque pese a que solo me ganaba con una altura de cabeza, su cuerpo seguía siendo más grande que él mío, a él le quedaba de maravilla.

-¿De dónde eres?

No respondí.

-¿Cómo invoscaste a la luz?

Seguí sin responder, apareció un brillo en sus ojos y suaviso un poco la mirada, creo que trataba de intentar otra técnica para hacer que hablara

-Mil perdones, no me presenté adecuadamente, soy...

-El famoso General Kirigan... Genya me dijo que vendría a verme -el asintió lentamente sin despegar sus ojos de los míos, seguía sintiendo ese aire familiar de la vez que lo ví en el laberinto...¿Él igual me había visto?

-¿Sabes cómo llegaste aquí?

-No, solo recuerdo que estaba en un lugar oscuro, caminando, y luego entre a una luz y desperté aquí- no servía de nada mentir y no iba a dar detalles de lo familiar que se me hacía pese a ya haberlo visto en ese laberinto.