Principio del final-Traducción

Capítulo 34

Con Cale inusualmente callado, el visionado se reanudó con aire solemne. Tras una breve....'conversación'... con el Dios de la Muerte, se decidió que el visionado continuaría con la prueba de Cale en lugar de con la de Choi Han.

Cale se puso a pensar.

'Ah, ¿no debería haber dicho que él es el más fuerte aquí?'

A decir verdad, nadie estaba de humor para volver a su anterior ambiente desenfadado. Tenían demasiados pensamientos en la cabeza y eran dolorosamente conscientes de cada movimiento de Cale, a pesar de que intentaban ocultarlo.

Al final, Eruhaben tuvo que enviarles a todos un mensaje telepático.

'Tenemos que dejar de hacer evidente que estamos obsesionados con lo que vimos sobre el pasado de Cale. Si yo puedo notarlo, entonces Cale también puede notarlo. No hables si no estás seguro de si tus palabras empeorarán las cosas, pero al menos deja de mirarle constantemente cada pocos segundos'.

Por supuesto, era más fácil decirlo que hacerlo y el propio dragón tuvo que evitar caer de nuevo bajo sus pensamientos y sufrir una transformación parcial un par de veces, pero era algo que tenían que hacer.

Y nadie podía decir que este grupo de personas se negaría a hacer algo que beneficiaría a Cale Henituse.

Asintiendo entre ellos, decidieron al menos entablar conversación.

Le entraron sudores fríos. Volvió la mirada. Los caballeros fuera de la jaula de acero estaban congelados sin que ninguno de ellos se atreviera a moverse.

¡Booboboboooooooooom --!

La cueva temblaba.

El maná negro que salía del joven Dragón frente a Cale estaba causando esto.

"...Destruir todo......"

El mejor en actuar y gestionar situaciones, Alberu fue quien tomó la iniciativa en este asunto.

"Vaya, no puedo creer que realmente hayas logrado motivar a un dragón para que destruyera todo. Si no me equivoco, se suponía que el Raon-nim original debía hacer estallar la montaña, ¿verdad? ¿De verdad quieres ver que eso suceda?"

Raon captó la indirecta y volvió sus hermosos ojos azules hacia Cale. "Humano, ¿quieres que destruya una montaña por ti? Puedo destruir tantas montañas como quieras. ¡Soy un dragón fuerte y poderoso!"

Cale, que había salido de sus pensamientos por la conversación, se limitó a acariciar suavemente a Raon. "Asegúrate de que tú y tus hermanos no salgan lastimados".

Contentos de que Cale les estuviera hablando, aunque la acción parecía más mecánica que nunca, los niños se acurrucaron junto a él. Ocultar su dolor era difícil porque, francamente, no tenían idea de cómo manejarlo, pero sabían que, de todos los que estaban en el pasillo, Cale era probablemente el que peor lo estaba pasando.

Así que, hasta que terminara de procesarlo todo y de hacer las paces con su pasado, los demás se asegurarían de que nada más lo distrajera. Hablarían y actuarían como siempre lo hacían, con la esperanza de que el entorno sin cambios calmara los sentidos ya conmocionados de Cale.

Tomará tiempo para que todos acepten lo que han aprendido, pero estará bien.

El joven Dragón murmuró esas palabras con el rostro lleno de rabia.

El problema era que Cale parecía ser parte de sus objetivos.

"Supongo que esto tiene sentido."