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Narrador omnisciente:

Se escuchaba varios gritos en la ahora casa de la pareja.

-Tom, se suponía que tenías que cambiar a Aidan, no ponerle una camisa enorme al pobre niño.

-Lo sé, pero a poco no sé parece al papá, Anne.- dijo levantando un poco a Aidan para que quede cerca de su cara.

Anne tapó su cara con sus manos y rió.

-Mejor río para no llorar.- negaba con su cabeza. -mejor anda a mirar si Lina despertó de su siesta.

El chico dejó a Aidan con Anne y subió las escaleras con bastante pereza.

Después bajó con la bebé sonriendo.

-Ve a cambiar a Lina que yo cambio a Aidan, no la vistas como vagabunda a la niña.

-¿Qué vagabunda? Respeta el flow, mami.

-Ash.

Y ustedes se preguntarán que para que la pareja y sus hijos se estaban arreglando.

Porque hoy es la noche más esperadas para algunos, noche buena. La familia iría a cenar a casa de Simone, junto a los gemelos, Gordon y Bill.

Después de varios minutos, Tom por fin cerraba la puerta de su ahora casa.

-Tom, vamos tarde.

-¡Ya voy! No es fácil cerrar la puerta con Lina en brazos.

Cuando el joven pudo cerrar la puerta se dirigió a el auto y colocó a Lina quien jalaba una de sus trenzas junto a Aidan en el porta bebé.

Subió al asiento de piloto y dirigió su mirada a Anne.

-¿Me veo mal? ¿Mis trenzas están bien peinadas?- preguntaba desesperadamente el trenzudo.

-Por su puesto que sí, Tom. Me encanta tus trenzas.

Mientras Tom conducía hacia la casa de Simone, Anne miraba por la ventana con una sonrisa en el rostro, recordando todos los momentos felices que habían vivido juntos como familia. Tom notó la expresión de Anne y tomó su mano con ternura.

-Anne, amor mío, hay algo que quiero decirte esta noche.- dijo Tom con voz suave.

Anne lo miró sorprendida, preguntándose qué podría estar tramando Tom en esa noche especial. Antes de que pudiera preguntarle, Tom estacionó el auto frente a la casa de Simone.

La cena transcurrió entre risas, anécdotas y buenos momentos compartidos con sus seres queridos. Cuando llegó el momento del postre, Tom se puso de pie y pidió la atención de todos en la mesa.

-Quiero aprovechar esta noche tan especial para hacer una pregunta muy importante.- anunció Tom mientras sacaba un pequeño estuche del bolsillo.

Anne sintió cómo su corazón latía con fuerza mientras Tom se arrodillaba frente a ella. Con voz emocionada, Tom dijo:

-Anne, desde el día en que te conocí supe que eras el amor de mi vida. ¿Quieres casarte conmigo y seguir construyendo juntos nuestra hermosa familia?-

Las lágrimas de felicidad recorrían el rostro de Anne mientras asentía emocionada. Bill, Gordon, los gemelos y Simone estaban sorprendidos, nunca pensaron que Tom algún día iba a ser eso.

-¡Claro que sí!- gritó emocionada la pelinegra, Tom puso el anillo en su dedo y le dio un tierno beso.

-Mi hermano se va a casar.- susurró Luna. -¡Mi hermano se va a casar!- gritó de felicidad, mientras saltaba.

Los demás solo aplaudían y sonreían. Luego los felicitaron y así, en esa mágica noche buena, Tom y Anne sellaron su amor con un compromiso eterno y lleno de promesas para seguir adelante juntos como familia. El brillo en los ojos de Anne reflejaba la felicidad y la emoción de saber que estaban dando un paso más en su relación.

La noche continuó llena de alegría y celebración, con todos brindando por el amor y la unión de Tom y Anne. Los bebés, Aidan y Lina, dormían plácidamente en sus cunas mientras los adultos compartían historias y risas alrededor de la mesa.

El futuro se presentaba lleno de esperanza y sueños compartidos para esta familia que se fortalecía con cada experiencia vivida. Tom y Anne sabían que este era solo el comienzo de una nueva etapa llena de amor, complicidad y felicidad.

Juntos, estaban listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les tuviera preparado, siempre unidos por el lazo indestructible del amor familiar.

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𝗣𝗮𝗿𝗲𝗻𝘁𝘀; 𝗧𝗼𝗺 𝗞𝗮𝘂𝗹𝗶𝘁𝘇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora