➳Capítulo 12➳

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Arrastrándose…
Como si no tuviera otra opción. Nari solo podía arrastrar sus pies hacia el mismo lugar de siempre; donde podía ahogar sus frustraciones y penas. El mismo lugar donde conoció a Yoongi la noche que supo el diagnóstico de su madre, la misma noche que se enteró de aquel terrible secreto familiar.

Nari solo quería nublar sus sentidos con el amargo líquido del alcohol y si le era posible… tomar una de esas benditas pastillas que la hacían olvidar lo mucho que le dolía el corazón. Ojalá no hubiese golpeado a Yoongi, así podría conseguirlas de manera fácil. Al entrar la música golpeó sus sentidos, el olor a cigarro y hierba inundaba el lugar, llegó a la barra y pidió la misma botella de tequila que siempre. La llevo con ella junto a una solitaria mesa y descanso sus preocupaciones sobre aquel sillón de cuero y un shot con amargo tequila. Sacó de su bolso un cigarro, pero no cualquier y al encenderlo se permitió en esa calada llenar sus pulmones de aquel relajante humo.

Tan solo entrar al lugar, el pelinegro había advertido la presencia de su ex secretaria y no dudó en acercarse a ella, nunca venía mal un buen polvo y esa chica sabia como moverse.

—Asumo que tu vida debe ser una mierda si te vuelvo a encontrar aquí — dijo burlesco— ¿necesitas olvidar cariño?— pregunto alzando sus cejas

Nari rodó sus ojos al escuchar aquella conocida voz y soltó sobre el rostro de Yoongi, el humo que contenía.

—¡Hola, ex jefe! ¿Acechando incautas? —Lo observó fijamente a los ojos.

Yoongi cerro sus ojos cuando aquel humo tocó su rostro y aspiro el olor de la sustancia que se mezclaba con el aroma a cereza que poseía el labial de la chica.

—Caíste aún más bajo que el suelo Nari ¿Tu nuevo jefe no te paga lo suficiente? —pregunto —¿Qué haces fumando está mierda de novatos?

Metió su mano al bolsillo de su chaqueta y extendió su palma posando frente a la chica dos pastillas —¿Quieres que Yoongi cuide de ti? —agrego cerrando la mano escondiendo las tabletas de Nari, y observándola a los ojos —sabes que solo yo puedo hacerte olvidar.

Nari observó aquellas pastillas que alguna vez ya había probado entre los brazos de Yoongi, las mismas que en efecto la habían hecho olvidar todos los males que la aquejaban.

—Mi nuevo jefe no sabe a quién contrato, no creo que sepa que su nueva secretaria se mete en esta mierda. —Le contestó sintiendo la tensión de tener cerca de nuevo a Yoongi. —Además, ¿Las tomarás tú solo?

Le preguntó con un poco de nerviosismo.

Yoongi sonrió victorioso, sabía que con sol eso tendría a Nari en sus manos, a su disposición.

—Harás algunos favores para mí—dijo. —A cambio yo te daré tanto de esto como quieras y algo más que podría interesarte —continúo llevando su mano hasta la mejilla de la chica y acariciando lentamente — serás mi espía en el bar, me dirás todo lo que quiera saber de Taehyung y no harás preguntas.

—No quiero solo tu mierda y tus tonterías Min, sabes muy bien que es lo que yo necesito. —Le dijo y después le dio un trago a su shot para servirse otro de nuevo. —Ahora dime, ¿Tienes información que me sirva? Si voy a meterme en líos con Kim debe ser por algo mejor que lo que me ofreces.

El pálido levantó su mano para pedirle al Barman un trago, una vez lo tuvo ahí bebió el contenido por completo para pedir el siguiente.

—¿Tu hermano sería un pago suficiente?— la observó atento —si te dijera que tengo información de él ¿Harías lo que yo quisiera?

Nari se levantó de su lugar y tomó de la camisa a Yoongi, lo hizo suavemente y observó sus labios.

—No juegues conmigo, si tienes esa información, debes decírmelo… sabes lo que significa para mí. —Le dijo mirándolo a los ojos. —Te dije que vendería mi alma al diablo si era necesario, haré lo que sea por él.

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