Taehyung estaba confundido; no entendía del todo la preocupación que sentía por esa chica. No habían tenido gran acercamiento más que el incidente en la oficina, del cual se sentía algo incómodo e incorrecto, sin entender a qué se debía.
Por otro lado, estaba Jungkook, quien estaba seguro de que debía estar creando muchas ideas en su cabeza por lo ocurrido. Pero es que él mismo no sabía cómo explicarlo; solo se sintió desesperado, en la necesidad de ir por Nari, asustado, muy extraño.
Condujo su auto hasta la ubicación que le había enviado su secretaria y, nada más llegar, la vio bajo un techo, resguardándose de algo, con sus ropas maltratadas y su rostro cubierto de lágrimas.
Bajo con apuro; su sangre estaba hirviendo, tenía rabia y, inexplicablemente, sentía que debía matar a alguien.
Se acercó a ella con urgencia.
-Nari...- llamó suavemente.
Ella se estremeció al escuchar su nombre. Su cuerpo vibró en un miedo incontrolable, pues estaba sumergida en sus pensamientos, pero estaba segura de que nada malo le pasaría si Taehyung estaba ahí.
No pudo soportarlo más; estaba hecha pedazos por todo lo que estaba pasando. Sin previo aviso y por impulso, se abalanzó a los brazos de Taehyung, sin importarle que su ropa maltratada dejara ver más de lo debido. Estaba tan asustada que solo quería sentirse protegida.
-¡Perdón! -le dijo entre sollozos, abrazándose fuerte a él-. Es que ya no puedo, te juro que ya no puedo soportarlo más.
Taehyung envolvió sus brazos en su cuerpo, cuidando de ella, queriendo protegerla entre ellos y maldiciendo la forma tan devastada en la que se encontraba.
-Todo está bien, Nari, estoy aquí -dijo con voz suave mientras la separaba levemente para quitar su chaqueta y ponerla sobre el cuerpo de la chica-. Te llevaré a tu casa, pero me dirás qué sucede. Te ayudaré, pero quiero saber quién hizo todo esto, qué fue lo que pasó -aclaró, cerrando su propia chaqueta en el cuerpo de la chica, cubriendo cada porción de piel que pudiera quedar a la vista.
Nari limpió su rostro y miró a Taehyung; era sincero, él de verdad lo era. No quería pensar más, no quería seguir sintiéndose así de mal, necesitaba dejar en manos de Taehyung toda aquella angustia... aunque no entendía del todo por qué.
-Te diré, lo diré todo. Pero, por favor, no me lleves a casa -le supliqué, temiendo que Yoongi la estuviera esperando o la atacara después. -Donde sea, menos en ese lugar; él me puede encontrar ahí y no quiero.
Dijo sollozando y abrazándose a sí misma.
El pelirrojo lo pensó unos momentos. Si Jungkook seguía ahí, lo cual esperaba, aunque sabía que no sería posible, tal vez podría explicarle las cosas, no muy seguro de que el pelinegro quisiera escuchar.
Su cabeza dolía; sentía la necesidad de cuidar a Nari, pero también sentía la necesidad de correr hacia JK y aclarar las cosas. Era tan difícil, se sentía abrumado.
-Está bien, vamos al bar; ahí podremos hablar tranquilos -dijo.
Nari asintió al escucharlo y se sostuvo fuerte de su brazo para poder caminar, pues una vez su cuerpo se enfrió y la adrenalina bajó, comenzó a sentir dolor en su intimidad y también en todo su cuerpo al haber sido golpeada y estrujada de la manera tan brutal en la que Yoongi lo hizo.
Trato de disimular el dolor, pero no le era posible. Con su mano libre tocó su vientre disimuladamente; estaba asustada porque algo malo le hubiese pasado a su bebé.
Taehyung la observó, vio aquel gesto y la nueva expresión de dolor en su rostro, y su preocupación aumentó.
-Dime, ¿qué pasa? ¿Duele algo? -preguntó atento-. ¿Quieres que te lleve al hospital?
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Juegos de Seduccion
De TodoKim Taehyung y Jeon Jungkook; se sumergen en una peligrosa relación de pasión y traición. Aquello que comienza como un reto, un simple juego de poder, se convierte en algo más fuerte que ellos mismos. Olvidando por completo que en el mundo de los ne...