𝙃𝙚𝙧𝙢𝙖𝙣𝙤 [𝘑𝘦𝘳𝘦 𝘒𝘭𝘦𝘪𝘯 𝘹 𝘕𝘪𝘤𝘬𝘰𝘰𝘨]

24.

-"Yo.. también quiero"

-"Podemos empezar desde cero, los dos solitos noma'", sugirió girándolo suavemente, quedando cara a cara, "¿qué te parece?"

-"¿Serio?"

-"Al cien, yo hace tiempo quiero estar contigo, pero..", respondió tomando una pausa, "..aún me asusta llegar a lastimarte"

-"Pero podemos hablar, no es necesario pelear", explicó el pelinegro, apoyándose sobre su pecho.

-"También cuenta lastimar tus sentimientos", informó tomando su cara con ambas manos, "sobrepensar, preocupaciones, inseguridades y esas cosas"

-"Yo siento la obligación de protegerte por ser el más pequeño, en la relación y en el grupo", continuó con un corto beso en sus labios, "¿entiende, mi niño?"

-"Entiendo"

-"Puede quedarse conmigo, compré galletas y chocolates por si venía", comentó tomando su mano para llevarlo hacia la cocina, "¿quiere quedarse?"

-"¿Podemos dormir en el balcón?", susurró con timidez, y cierta diversión.

-"¿Por qué?"

-"Desde ahí podemos ver el cielo, las personas y los carros", explicó con emoción Jeremías.

-"Hmm, hace harto frío afuera"

-"Por favor"

-"Mi amor, a veces es mejor evitar-", intentó responder el peliplateado, al ser interrumpido por un pequeño puchero del más bajito.

-"Esta bien, vamos a dormir en el balcón", corrigió luego de un suspiro, ya rendido ante su capricho.

-"Gracias, te amo"

Nicolás llevó varias frazadas hacia afuera, entre mantas y almohadas. Jeremías se encargó de ambos celulares, y una caja de cereales.

-"Oh, conchetumare..", se quejó el mayor al estirar su espalda, "quedé pa' la cagá'"

-"¿Qué pasó?", interrumpió con preocupación su invitado, ya acostado.

-"Nada", respondió sonriéndole, restándole importancia para no preocuparlo, "¿vemos una peli?"

-"Sí, te toca elegir"

-"Eh.. American Horror Story", mencionó con acento raro, evitando reírse.

-"Sí, bien"

18:00

Al sentir varios toques sobre su cara, el mayor abrió sus ojos lentamente. Lo primero que logró ver fue al más pequeño, mirándolo fijamente con una mezcla de curiosidad y preocupación en su expresión.

-"Ah, oye", mencionó en voz baja, sentado a la altura de su cadera con ambas piernas alrededor.

-"¿Qué pasa, bebe?", respondió de manera suave, esbozando una pequeña sonrisa.

-"Es que quería preguntarte si podía comer estas galletas", explicó con timidez, levantando su mano con un paquete algo chico de color azul.

-"¿Las Oreos?", preguntó aún con sus ojos entrecerrados.

-"Sí, así se llaman"