Alyna p.v
Llegué a clase más muerta que viva, ahora tenemos historia.
—Juro que te pasa algo con la profe de historia.— intento esconder mi sonrisa.
—Creo haberla visto ayer, en lo de Rachel.
—Mucho Kraken, amiga.—me mira seria— te hice guardia anoche, en todo momento. No la vi.
Veo a la rubia entrar con una sonrisa amable.
—Buenas tardes— dice con voz suave.
Le presto atención.
Se abre la puerta abruptamente.
Una cabellera roja entró con una gran sonrisa.
—¡¡HOLAAAAAAA!!— Todos la saludaron animadamente.
Corrió rápidamente hasta nosotras.
Nos saludó chocando los puños
—Rose, tanto tiempo. ¿Dónde mierda te habías metido?—le dije con diversión.
—Fui de viaje, pero ya volví, mi amor no tenía más licencia.
La miré fijamente. Mi madre, Elisa también ha estado de viaje.
—A todo eso, ¿Quien es tu amor?, nunca nos los dices.—Preguntó
Pone cara triste.
—Por ahora me tiene como moto robada.—ríen— Na mentira, no podemos decirlo aún.
Por alguna razón esto no me causaba gracia. Tengo un mal presentimiento.
Asiento.
—Señoritas, si hay algún comentario pueden decirlo para la clase entera.—dijo Olivia.
—No, es aquí, nada relevante para los demás.— contesté borde
La cara de Olivia reflejó sorpresa.
—Bueno.—dijo con cara rara.
-*-*-*-*-*-*-*
Salimos al recreo y veo a la profe irse por otro lado.—Vengo en un rato.—Le digo a Rose y a Penélope sin mirarlas.
—¿Dónde vas.. ahh—se cortó ella misma— ya lo ví.
—ajá, nos vemos luego.—
Sigo a la profesora. En cuanto veo el armario del conserje la empujo dentro.
—¿Q-quien e-es?— la presiono contra mi e inhalo su cuello.
—Calma profesora, ya la fiché, ahora es mía.— beso su cuello con calma.
—¿-A-Alyna?
—En persona, Rubia.— subí hacia sus labios y la besé.
Me besó de nuevo y yo me dejé hacer.
Se separó he intenté volver a besarla pero no se dejó.
—Alyna, en clase me hablaste horrible.— le dí un pico.—Es una alumna no puede estar tan cerca.
—¿Es que tú quieres que todos se enteren?—le dí otro pico—por mi no hay problema, si tú quieres que me expulsen y a ti te echen. Todo bien.
Me reí.
—No es gracioso Alyna.— me pegó en el brazo.
—¿Me corresponde, rubia?—me dió un pico.
—No lo se Alyna, me siento confundida.
—No pasa nada profe.— la agarré por la cintura.—Yo la dejo pensar el tiempo que usted quiera.
—¿Y por mientras te drogas y te acuestas con otras?.—fruncí el ceño—Porque eso es lo que se comenta por todos lados.
La suelto.
—"Anoche Alyna se acostó con no sé quien", "ayer Alyna le dió al porro como una campeona" "todas esperaban por Alyna" "no sabes cómo hizo gemir a su conquista de ayer".— bajó la mirada— Y como esas mil cosas más escucho.
Aguanta, recién vamos empezando ¿Ya celosa?
—¿Y les crees?—dije aún con el ceño fruncido.
—¡¿Y A CASO ES MENTIRA?!—Dijo ofendida.
—E-espera, rubia, n-no —no sabía que decir.
—¿Es verdad?—me miró con esos ojos.—¿Es verdad que te acuestas con todas y Eres una maldita adicta?.
La miré fijamente.
— Si, rubia, es verdad—Admití.
—Ni te voy conociendo y ya estoy no me agrada.
Se fue cerrando abruptamente la puerta.