2.2 No me pidas eso

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Alyna p.v

—Ya deja de estar chupándome el cuello—me dijo.

—¿Quieres ir a comer algo?— le pregunté en su pecho.

—Si, ¿A dónde vamos?— le tomé la mano.

Salimos del colegio y fuimos a una cafetería que estaba cerca.

—Contame algo de vos— me sonrió.

—Bueno...—empezó— me llamo Olivia, tengo 23 años, me gusta pintar, escribir, me gusta la historia—obvió su profesión.— cuéntame algo tú.

Me lo pienso.

—Es que no hay nada relevante en mi vida.

—Algo tiene que haber, cuéntame cualquier cosa.

—Me gustan las motos, me gustan las gorras.—pienso— me gustan las fiestas, mucho.

—Y te gusta la droga ¿No?— dice mirándome fijamente.

Me saco y vuelvo a poner la gorra con la visera hacia atrás. Nerviosa.

—No en realidad, no soy adicta a esa cosa—me rasco la nuca— solo me gusta de a vez en cuando, soy mas de fumar.—dije para que la situación se relajara.

—Porro—dice— porro te gusta fumar, Alyna.¿No te conformas con cigarro?.

—Porro—digo— porro me gusta fumar, Rubia.

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Olivia me acaricia el pelo, tengo mi cabeza sobre sus piernas.

Estamos en el muelle, tiene los pies colgando hacia el agua.

—¿Lo intentaremos, Aly?— pregunta

—Puede, ¿Quieres empezar de nuevo?

—Simplemente sigamos como ahora, pero como si nos estuviéramos conociendo.

—Esto es raro, me gustaste muy pronto.—

—Eres muy muy bella, rubia.—baja la mirada para verme.
—aveces se siente incorrecto mirarte.

Sonríe

—Es incorrecto.— abre los ojos sorprendida al ver mi muñeca.
—¿¡Tienes tatuajes!?.

—tengo como 14 más—le digo— algunos son equis, otros tienen significado.

Hace un puchero.

—A mi me da miedo hacerme alguno.— se baja el escote.— un día quise hacerme un corazón, quedó raro.

Se sonrojo al ver lo que había hecho.

Nos reímos.

El "corazón" estaba ubicado entre sus pechos un poco más arriba, era simplemente una línea curva, ni siquiera la mitad del corazón.

—Que lindas tetas—pensé en voz alta.

Su cara quedó roja en dos mili segundos.

—No sabía que la directora era tu madre—cambia la conversación.

—Si, Elisa es mi madre.

—¿Por eso nunca cumpliste el castigo de limpiar el patio?—frunce el ceño.

—No de hecho me olvidé de eso—se rió

—No debiste meterte en lo de Rose y tu madre, a ella no parece interesarle lo nuestro, déjala.

Me niego.

Simplemente no le contesto.

—¿Quieres dormir conmigo hoy?.—le pregunto.

—¿En tu casa?.—inquiere

—Puede ser en la tuya si quieres.—me encogí de hombros.

—En la tuya está bien, supongo.

Me paro y la ayudo a pararse, le tomo la mano y comenzamos el camino.

El silencio era cómodo.

Unas cuadras más adelante saco la llave y abro la puerta silenciosamente, es tarde, mi madre debe estar durmiendo.

Frunzo el seño al escuchar risas y ruidos raros.

—¡Ah! R-rose— se escuchó un gemido. ¡ESA ES MI MADRE!

¡MI MALDITA MADRE!

Olivia p.v

Veo a Alyna volverse roja de la cólera, sus puños se aprietan.

—¡Mhm! S-si a-así Elisa.— un gemido aún más fuerte se escuchó, esa definitivamente era Rose.

¿Me pongo a rezar?

Alyna sube las escaleras a una velocidad increíble que yo con mi uno sesenta y patas cortas no puedo igualar.

Llego a ella que ya está abriendo la puerta.

Mi cara se vuelve roja al presenciar la escena.

La Directora, bueno, Elisa está totalmente desnuda sobre Rose, quien tiene una mano en la cintura de Elisa y una en el pecho de la misma.

Los gemidos se detienen en cuanto ven a Alyna.

Que setsy

¿Se imaginan a una mujer de 1.92 vestida con un cargo negro una remera del mismo color, una gorra del mismo color con la visera hacia atrás, la cara seria en furia y el pelo por la mitad de la espalda?
Esa es Alyna.

Bajo la cara avergonzada por mis pensamientos lujuriosos.

—¿¡SE PUEDE SABER QUE MIERDA ESTÁN HACIENDO!?.

Uy, creo que se enojó.

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Hola!, soy Flan, namás pa decirles que no solo Alyna se había olvidado de su castigo...¡Yo también lo hice!,pero ya equis 🩷.

Profesora Perfección Donde viven las historias. Descúbrelo ahora