La pared a mi lado está pintada de una forma chistosa; en las mañanas por el reflejo del sol parece ser de color amarillo y por las tardes, al contrario, esta me pinta el alma de tristeza; a diario observo el mapa que tiene colgado a la altura de mi cuello, recorro Europa del norte con la mano izquierda y posteriormente esta baja, para dar espacio a que mi dedo índice delinee toda Sudamérica, subo hasta Italia y mis ojos descansan un poco ahí; es difícil y raro anhelar una vida que nunca podrá ser, pensar en momentos que no van a suceder, debido a que no se puede cambiar el orden de los días, porque la vida no tiene filtro hacia lo oportuno, el esfuerzo en ocasiones no rinde frutos y las buenas acciones que realizamos por lo demás no siempre son suficiente para regresar hacia nosotros. Destapo una nueva caja de pastillas y tomo otra dosis, me deshago de fantasmas con el llanto y me asfixio con rutinas que no significan nada para mí; sin vicios, ni más sueños, el mundo sigue rodando y la gente existiendo, yo duermo dentro de estas cuatro paredes y esta fase me parece eterna en angustia.
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La semántica de lo absurdo
PoetryDefinámosle como oraciones para usar en veranos futuros, o en otras palabras, ver la vida con la esperanza de que las cosas mejoren.