En el punto de mira

336 52 4
                                    

Veo en ti la realidad

✧ ➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ✩ ✧ ➷ೃ༄*ੈ✩

Max se sentó en la sala de reuniones, flanqueado por los ayudantes de su padre, Lucio y Bianca. Su padre, el rey, presidía la mesa, con una expresión seria.

—Empecemos con el orden del día —dijo Bianca, consultando sus notas —El primer punto es la situación en la frontera norte. Lucio, ¿quieres informar?

Lucio asintió y comenzó a explicar la situación, pero Max apenas lo escuchaba. Su mente estaba en otro lugar, recordando el rostro de Sergio, su sonrisa, su risa. No podía creer que ya solo fuese todo un simple recuerdo, después de su reencuentro, su viaje en el tiempo y Sergio con el hechizo roto y sin sentir algo por Max; sin duda el dolor era mayor.

—El siguiente punto es... —continuó Bianca —el proyecto de extracción de magia. Su Majestad, ¿desea comentar algo al respecto?

El rey se inclinó hacia adelante, sus ojos brillando con intensidad. —Sí. Estamos haciendo grandes progresos en la extracción de magia de los magos —revisaba los expedientes que descansaban sobre la mesa —Pronto podremos utilizar esa magia para fortalecer nuestro ejército y proteger nuestro reino

Max sintió un escalofrío. ¿Qué tipo de experimentos estaba realizando su padre? ¿Y qué implicaciones tendría eso para los magos? Él mismo era un portador de magia, aunque todavía no sabía controlarla.

—¿Y qué hay de los riesgos?— preguntó Max, intentando mantener su voz neutral.

—Los riesgos son mínimos —respondió el rey —Los magos son pusilánimes, escorias vivientes que solo sirven para experimentación. No tienen importancia.

Max asintió tratando de persuadirlos, pero por dentro una oleada de indignación lo invadía. ¿Cómo podía su padre hablar así de seres humanos? Él mismo había visto la empatía y la bondad de los magos como Charles. No podía permitir que su padre continuara con esos experimentos.

—Entiendo —dijo, intentando sonar calmado.
—Pero debemos asegurarnos de que los experimentos sean... humanitarios, quizás podemos reclutarlos o...—

El rey lo miró con desaprobación interrumpiéndolo —No crié a un blando que se compadece de esos impuros —habló con repudio —tienes que pensar en el bien del reino. Y en la guerra contra el príncipe Pato.

Días antes su padre lo había puesto en contexto de la planeada guerra contra el distrito Perla en donde buscaba controlar las fuerzas armadas y evitar que el príncipe Pato llegase al trono pues era sabido que solía empatizar con los magos.

Max asintió, pero su mente estaba en ebullición. La guerra contra el príncipe Pato era un tema delicado. Max sabía que el príncipe Pato no era el enemigo que su padre creía. De hecho, Max, muy a su pesar, había descubierto que el príncipe Pato era una persona benevolente, aunque tenía la atención de Sergio.

El rey continuó hablando, sin notar la tensión en la habitación, el rubio estaba inmerso en sus pensamientos —Max —Jos llamó su atención —quiero que te encargues de supervisar los experimentos en el distrito Esmeralda. Es importante que veamos resultados pronto.

Max se sintió como si le hubieran dado un golpe en el estómago. ¿Supervisar los experimentos? ¿Eso significaba que tendría que ver a los magos sufrir? Gente a la que antes repudiaba y que ahora era parte de ellos.

—Padre, no estoy seguro de que sea una buena idea —dijo Max intentando encontrar una excusa —Tengo mucho trabajo aquí en el palacio...

El rey lo interrumpió. —No hay discusión, Max. Tienes que ir. Es importante que veas con tus propios ojos lo que estamos logrando. Y además, es hora de que te involucres más en los asuntos del reino.

BLACK MAGIC | CHESTAPPEN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora