BLACK MAGIC | CHESTAPPEN

Acciones desesperadas, medidas desesperadas

Im reeling in my brain again before I can get back to you

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—No es Sergio —Charles exclamaba con molestia —Sergio no estaría a punto de cortarle la cabeza.

—Sé que está ahí —Carlos gritaba —Algo le hicieron a mi hermano, algo terrible.

—Calos, detente a pensar un momento —Charles trataba de mantener la calma —La magia que uso no era de él, lo pude sentir; lo que no sentí fue su alma.

—Es una estupidez y no, no vamos a hacerle nada —hablaba con decisión —si no quieres ayudar está bien, pero no te interpongas en mi camino.

—No me estoy interponiendo, estoy evitando que te maten —exclamó Charles comenzando a perder la cordura —es fácil para ti decirlo, pero ese individuo no era Sergio y, por lo que todos vimos, no titubeo en ningún momento al cumplir con cortarle la cabeza a Max.

—¿Me amas?

—Calos... Ese no es el punto.

—¿Me amas? —insistió.

Charles suspiró cansado —Si, Calos.

—Entonces apártate de mi camino.

Se dio la vuelta y salió del lugar. Max observaba la escena en silencio, realmente no sabía que decir o pensar, Charles tenía un punto, había algo extraño en Sergio, eso era más que obvio, pero tenía ella sensación de que aún estaba ahí, en lo más profundo de ese recipiente.

—¿Como estás?

Max negó con la cabeza, no sabía exactamente lo que sentía o lo que debía pensar al respecto, era como si se encontrase en un extraño limbo donde sus emociones se habían desvanecido y lo único que había era un conjunto de sensaciones raras.

—Tenemos que hacer algo —susurró lo suficiente como para que Charles le escuchase —tenemos que traer a Sergio y saber qué es lo que le está pasando.

—¿Tú también? —cuestionó un Charles afligido sentándose al lado suyo —suficiente tengo con lidiar con mi esposo como para lidear con mi amigo.

—No te estoy pidiendo ayuda, char —se encontró de hombros con la vista en la nada —si quieres ayudar lo agradeceré, pero si no vas a poner de tu parte, te pido mejor te hagas a un lado y nos dejes trabajar.

—Como sea —Susurró Charles saliendo del lugar y dejando a Max en un silencio molesto.

Habían pasado tres dias desde lo acontecido en el distrito Rubí. Max ahora era un exiliado. Su vida o al menos la que creía tener, estaba confusa, inconclusa.

A lo que menos le había dado importancia era a la declaración de... ¿Jos? Ya no sabía que nombre darle pues resultaba que no era su padre y de alguna manera, Max entendía lo que sucedía y explicaba todo lo que tuvo que pasar en su infancia y los constantes desplantes del hombre.

"Solo te tuve para tener un heredero"

"Jamás serás un digno Verstappen"

Frases que en un inicio creía que eran para formar su carácter en base a mano dura, poco a poco cobraban sentido y era de esperarse no ser heredero de los Verstappen. Nunca conoció a su madre, mucho menos a algún miembro de su familia y a la única persona a la que consideraba un hermano, acababa de pedirle que se hiciera a un lado.

Suspiró agotado levantándose del sofá caminando hacia la cama, se quedó viendo fijamente a las sábanas blancas con detalles azules característico del distrito Zafiro.